Este 25 de noviembre, como sucede cada año, se conmemoró el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer. En diferentes ciudades grupos feministas se reunieron en las principales plazas públicas para pedir un alto a las violencias machistas.
La Ciudad de México vio a centenas de mujeres marchar desde el Ángel de la Independencia hasta el centro de la ciudad para exigir a las autoridades que tomen cartas en el asunto. En México, de acuerdo con cifras del Observatorio Ciudadano Nacional del Feminicidio, cada día mueren nueve mujeres a causa de feminicidio.
Ayer, durante la marcha, uno de los hechos que llamó la atención fue la protección que recibieron algunos de los monumentos históricos y hoy, lo impoluto que luce el Hemiciclo a Juárez luego de que grupos radicales feministas pintaran el emblemático monumento del corazón de la ciudad.
Pintas en colores rosa, verde y morado en las que se podía leer “feminicidio”, “mujer, infórmate” y el símbolo de mujer se pudieron ver en el Hemiciclo, que horas más tarde quedó limpio gracias a la acción de los servicios de limpieza de la ciudad.
Lo contrastante de esta situación es que en lo que va del año 2 mil 833 mujeres han sido asesinadas en México, según cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP).
A diferencia de lo “rápido” que los monumentos y la ciudad pueden quedar limpios, los feminicidios y la violencia de género siguen ahí. Miles de mujeres mueren a causa de violencia machista, millones más son víctimas de violaciones sexuales y el problema parece no tener salida.
“No olviden a mi niña”
Hace meses, durante las movilizaciones de grupos feministas, un padre se volvió viral por llevar una pancarta en la que se podía leer “No olviden a mi niña”. Esmeralda desapareció en 2009, tenía sólo 14 años de edad y desde entonces no se ha sabido nada. Sus padres forman parte de Grupo de Acción por los Derechos Humanos y la Justicia Social, buscan justicia y que el asesinato de su hija no quede impune.
Lesvy Berlín Osorio
El caso de la joven Levy sucedió en mayo del 2017 cuando su cuerpo fue encontrado en Ciudad Universitaria. En ese momento el principal sospechoso era su novio, la sentencia tardó en llegar dos años. La mamá de la joven luchó contra el sistema de justicia del país y al final logró que el culpable fuera consignado.
Mara
La joven salió de una fiesta en Puebla, el conductor del servicio que utilizó para transportarse la violó y mató. Tardaron ocho días en encontrar su cuerpo.
Los monumentos se limpian, las muertas no regresan
Hace meses, cuando el Ángel de la Independencia fue pintado por grupos feministas radicales, Restauradoras con Glitter, un grupo de mujeres especialistas en conservación y restauración de monumentos escribió:
«El patrimonio cultural, según la UNESCO, ‘es un producto y un proceso que suministra a las sociedades un caudal de recursos tangibles e intangibles que se heredan del pasado, se crean en el presente y se transmiten a las generaciones futuras’, es decir, se conforma por recursos tangibles e intangibles que nos han sido heredados para su vivencia, uso, reflexión, disfrute, reproducción, conservación y preservación. Por eso entendemos el patrimonio como un medio no estático en el cual se manifiestan ideas, cuestionamientos, y consensos, y que por dicho dinamismo desencadenan procesos socio-culturales a su alrededor que generan identidad y sentido… Aunque de ninguna forma promovemos que se realicen pintas en bienes culturales, entendemos la importancia social y transgresora de éstas, como parte de los procesos que acontecen en ellos en contextos específicos«.
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