El gran jurado de Pensilvania, en Estados Unidos presentó un informe con más de mil páginas en las que se describe cómo más de 300 sacerdotes abusaron de niños durante más de 70 años
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Y como si el caso no fuese lo suficientemente indignante, el reporte también detalla cómo los altos funcionarios de la iglesia hicieron lo posible por encubrir a aquellos sacerdotes pederastas e incluso cómo algunos han sido ascendidos en la jerarquía eclesiástica.
«Nosotros, los miembros de este gran jurado, necesitamos que lo escuchen. Sabemos que algunos de ustedes ya escucharon algo de esto anteriormente. Han habido otros reportes sobre abuso sexual dentro de la Iglesia Católica. Pero nunca a esta escala. Para muchos de nosotros, esas historias anteriores pasaron en otros lugares, lugares lejanos. Sin embargo, ahora sabemos la verdad: pasó en todos lados», es el párrafo inicial del informe.
El número de víctimas reportadas asciende a los mil niños, lo cual coloca a este reporte como el caso más grande que una agencia de gobierno ha perseguido.
No obstante, una de las cosas más desalentadoras y que más enfado puede provocar es que la cifra real es mucho más elevada, ya que durante años la Iglesia ha convencido a diversas víctimas y sus familias a no denunciar, así como aquellas que simplemente, decidieron no hacerlo por verguenza u otros motivos.
Código aterrador
El mismo reporte indica que los oficiales eclesiásticos tenían un manual a seguir, por ejemplo en lugar de utilizar palabras como ‘violación’, ésta era reemplazada por ‘contacto inapropiado’.
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A su vez,cuando un sacerdote era removido de su puesto no se informaba la razón real, que casi siempre era una acusación de abuso sexual; no se asignaban a expertos para realizar las investigaciones; sino que se les seguía dando hospedaje y dinero para sus gastos.
En caso de que se supiera que algún párroco había cometido un abuso, nunca se debía expulsarlo de la diócesis, simplemente bastaba con reubicarlo a un lugar donde nadie supiera los alegatos de abuso sexual; no contactar a la policía, entre otras recomendaciones más.