La familia Sharp llegó a México para vacacionar, pero encontró la muerte. Kevin y Amy Sharp, y sus dos hijos Sterling y Adrianna, salieron de Iowa, Estados Unidos, el 15 de marzo, y viajaron hasta Cancún, Quintana Roo, en donde tomaron un vehículo con rumbo a Tulum, en la Riviera Maya.
Al llegar a territorio mexicano avisaron a sus familiares y se dirigieron hacia un condominio que alquilaron. En el inmueble fueron encontrados muertos una semana después.
De acuerdo con The Washington Post, la familia no volvió a tener contacto con sus parientes desde el 15 de marzo. En Tulum se encontrarían con unos amigos para visitar un parque acuático. Nunca lo hicieron.
Sus parientes han declarado a medios en Estados Unidos que Kevin, Amy y sus dos hijos regresarían el miércoles 21, pero eso no pasó. El jueves tendrían que presentarse a un juego de basquetbol, pero nunca llegaron.
A través de las redes sociales comenzó la búsqueda para encontrarlos o tener noticias de ellos. Al llamar a sus teléfonos móviles estos no eran contestados.
Los parientes de la familia Sharp, en su desesperación por saber de ellos, rastrearon el teléfono de Kevin con la aplicación Find My iPhone. El dispositivo permanecía en México. La pista logró que las autoridades encontraran a la familia muerta dentro del condominio, en estado de descomposición.
Hasta el momento las autoridades descartan cualquier acto de violencia en los cuerpos, y presumen que pudo tratarse de un caso de intoxicación por gas.