María «N» murió en hospital luego de ser baleada por un sujeto desconocido dentro del panteón municipal San Isidro Atlautenco, cerca del reclusorio El Cerezo, en Ecatepec, Estado de México. Tenía 15 años de edad y lo único que tenía planeado en el panteón era arreglar la tumba de un familiar, no ser atacada y morir. Este es el feminicidio #178.
De forma inesperada, la joven recibió un impacto de bala en el parte alta del abdomen, provocando que se desplomara al instante. Al percatarse de los disparos, las personas que se encontraban en el panteón acudieron a ayudar a María y de inmediato llamaron al servicio de emergencia.
A pesar de que fue trasladada en una ambulancia al Hospital de Las Américas falleció unas horas después de su ingreso.
En México las mujeres no tienen las mismas oportunidades que los hombres; ni profesionales, ni sociales y ahora ni siquiera de seguridad. Lejos de tratarse de un discurso de victimización, es una realidad a la que todas, sin importar clase social, edad, estatura, color de piel o la ropa que usemos, estamos expuestas. Claro, los hombres también padecen de la inseguridad y de muchas otras cosas pero vamos, las cifras y los hechos son más que evidentes cuando se habla de lo dispareja que es la situación para ambos géneros.
El caso de María vuelve a estremecernos; es «uno más» que no debería ser. Hasta el momento se desconocen las causas del crimen, así como los datos del culpable y como nadie sabe nada, probablemente así se quedará.
La realidad de las mujeres en México es cruda y ya se ha ganado «fama» a nivel internacional. Sí, el país ahora se ha convertido en uno de los peores lugares para ser mujer.