El café es una bebida de culto para millones de personas. No sólo se trata de su sabor o de su gran poder para despertar nuestros sentidos —cualidad que lo hace tan seductor— sino que de una costumbre que viene acompañada de rituales.
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Tomar un café se asocia a momentos determinados, a instancias solitarias o compartidas, a días lluviosos o tardes románticas: no podemos decir que es lo mismo que tomar agua o un vaso de jugo. Tiene ese significado especial.
Una chica japonesa supo cómo representar estos rituales y en cada una de sus fotografías, agrega un detalle que hace que una taza de café, se vea especial.
Su cuenta de Instagram es un dulce para la vista: colores pasteles, enfoques simétricos, flores hermosas y arreglos decorativos que endiosan al café.
Ella se preocupa de cada detalle, nada queda al azar, por eso tiene 19 mil seguidores en Instagram. Sin duda, el arte también se puede manifestar a través de los alimentos.
