Por Luz Lancheros
En el ensayo «The F Word», la historiadora de moda Valerie Steele invocaba el antiguo prejuicio religioso del hombre europeo blanco : el cuerpo es «pecado» y el de la mujer lo es aún más. Por eso, todo lo que sea moda o evoque su feminidad va a provocar que la mujer sea juzgada o tildada de «poco seria». Sobre todo en ámbitos laborales y académicos. Y eso se mantiene hasta hoy.
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Basados en esta lógica, muchos estuvieron de acuerdo con el asesor de imagen Álvaro Gordoa, quien puso esta controvertida imagen en su página de Facebook.
Ahí, este afirma que si una mujer usa escotes en su oficina o faldas muy cortas «va a ligar». Por supuesto, esto causó controversia: ¿Cuál es el código oficial que dicta que una mujer necesariamente usa esta vestimenta para conquistar? ¿Acaso si una mujer usa minifalda necesariamente está incitando sexualmente a otra persona? ¿Por qué con ciertas prendas una mujer necesariamente ya «trata de excitar» al hombre?
Estas preguntas se las hicieron muchos internautas ante la premisa que planteó el asesor. Lo acusaron de misógino y machista.
Pero, por otro lado, otras personas defendieron lo que Gordoa plantea. Argumentan que este es el código de vestimenta de cualquier entidad y que las «feminazis» solamente hacen un escándalo por «nada».
El thread se posteó acá.
ACTUALIZACIÓN: Álvaro Gordoa se comunicó con Nueva Mujer al respecto del tema. Nos dio su réplica en este link que pueden ver aquí.
