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Lo que Grey’s Anatomy me enseñó en la vida

Un drama médico que nos da lecciones de vida, que nos motivan a crecer a nivel personal, emocional y profesional.

Parece increíble, pero es cierto. Ha comenzado la onceava temporada de Grey’s Anatomy, sin Cristina y con muchas vueltas de tuerca, gracias a la mente retorcida de Shonda Rhimes — como le gusta hacernos sufrir.

A estas alturas siento que soy la única persona que ve el drama médico o, tal vez, la única en admitirlo. En un post. En Twitter. Con mis amigos. Cuando tengo la oportunidad. No me avergüenza, ya que la serie me ha acompañado por buena parte de mi vida… desde 2005. Bueno, que si sigue con esos niveles de audiencia, significa que somos varios los cercanos a Meredith Grey y demás médicos del ahora Grey + Sloan Memorial.

Este universo de ShondaLand nos ha regalado grandes momentos y muchas enseñanzas de vida a través de sus personajes. Reflexiones sobre el amor, la hermandad, la amistad, los retos personales y profesionales, las pruebas difíciles que debemos superar, hasta han tenido la oportunidad de generar consciencia sobre ciertas enfermedades, como el cáncer o problemas sociales, como el bullying y la homofobia.

Por esto y muchas cosas más, hoy comparto con ustedes lo que Grey’s Anatomy me enseñó en la vida. ¡Comencemos!


Siempre es bueno un poco de competencia

Cualquiera que sea nuestra profesión, siempre habrá un poco de sana competencia, que nos ayuda a crecer profesionalmente. Claro, deja de ser sano en el momento escala y comienza a “correr sangre” por ser el primero en llegar a una meta o alcanzar un objetivo. Pero, ¿estaremos haciendo bien nuestro trabajo?

No es necesario estar felices todo el tiempo

Somos seres humanos. Aunque seamos las personas más optimistas el mundo, debemos reconocer todas las emociones. Podemos sentirnos tristes, melancólicos, angustiados. Si estamos felices todo el tiempo, tenemos dos opciones: estamos negando algo o tenemos un tumor cerebral. La primera es más común.

Es sano conectar con nuestras emociones

Lo que nos lleva al siguiente punto. En ocasiones ciertas situaciones nos llevan a un estado de shock. Nos cuesta trabajo reaccionar, hasta que de un momento a otro, estallamos en llanto y no podemos parar. Está bien llegar a ese punto. Si tenemos que sacar nuestras emociones de alguna forma, mejor hacerlo que enterrarlo en lo profundo de nuestro ser… Aunque te la pases llorando todo el día.

Siempre aprovecha las oportunidades

En el momento que se te presente una oportunidad, a nivel profesional, algo que estás esperando desde hace mucho tiempo…. no dudes y tómala. En especial cuando necesitas un cambio, un nuevo reto, un impulso para llegar al siguiente nivel en tu carrera, que te haga crecer como persona. Es normal tener miedo al cambio. Considera los pros y los contras, si te gusta la idea, adelante.

Esos momentos comentarios que te centran

Cuando nuestros maestros, jefes, padres o personas que admiramos, nos dan una valiosa lección con esos comentarios que te regresan al piso. Serás muy bueno en lo que haces, pero nunca hay que perder la humildad, ni distraernos en el camino. Se agradece que, de vez en cuando, nos recuerden para qué estamos ahí y qué somos capaces de lograr.

A veces es bueno tirarse al drama…

Con moderación. Esos momentos, cuando crees que todo a tu alrededor, por lo que has luchado, se cae en pedazos — algo que puede pasar de un momento a otro —, salir del drama nos ayuda a procesar, recoger esos pedazos y acomodar de nuevo el rompecabezas. Es malo cuando nos quedamos dándole vueltas, una y otra vez. Pero para eso está el apoyo de los amigos.

Todos deberíamos tener a nuestra persona

Tu persona, es tu mejor amiga/o, tu confidente, tu hermana/o por elección. Quien te dice la verdad, quiere lo mejor para ti y te ayuda a levantarte en esos momentos cuando caes. Esa persona te acompañará en el camino, sin importar la distancia, que tomes malas decisiones, que pase tiempo sin verse, siempre estará a tu lado — a menos que encuentre el mejor trabajo al otro lado del mundo, pero igual… para eso están las videollamadas.

Cualquier momento es bueno para bailar

Todo es mejor cuando bailamos. Es una forma de hacer la vida más extraordinaria. Bailar sin ninguna razón en particular es un festejo a la vida misma, una forma de dar gracias por todo lo que tenemos. Nos levanta el ánimo. Bailamos para celebrar logros, cuando estamos enamoradas, cuando queremos marcar un momento en nuestra memoria. Así que… ¡a bailar!

Todo puede cambiar en un instante

En el universo de Grey’s Anatomy, así como en la vida misma, nada está garantizado. Hay eventos que cambian nuestras vidas más rápido que un chasquido. Por ello aprendamos a disfrutar del momento, a decir lo que sentimos, a saborear cada instante y agradecer todo lo que tenemos. En cualquier momento podemos perderlo todo.

La importancia de decir te amo

Comúnmente nos olvidamos de decir estas palabras, te amo, a nuestra pareja, a nuestros padres y hermanos, a nuestros amigos, a nuestro perro — bueno, a ellos se lo recordamos diario ¿o no? —. Recordemos que en cualquier instante esa persona tan querida ya no estará con nosotros. Hagamos todo lo posible para que se sientan queridos, que siempre lo recuerden.

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