A lo largo de historia, la raza humana ha sufrido de monstruosos enemigos y dictadores que, entre más poder han tenido, más crueldad hemos presenciado durante su régimen. Ha ocurrido desde el Egipto antiguo y, sin embargo, hasta ahora se ha comprobado que existe una razón científica para ello.
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Existen, en nuestro organismo, cambios físicos que ocurren y van desarrollándose mientras que nosotros nos encontramos adquiriendo un mayor poder. Ya sea, en este caso, económico.
Como ocurre en todo el mundo, la empatía de una persona se disminuye a la par que su poder aumenta. Esto se ve reflejado, sin duda, a la par que vamos escalando en una nueva clase social y/o poseemos una mayor cantidad monetaria.
Este estudio científico viene directo de tres nuerocientíficos de la Universidad de Toronto y la Universidad de Wilfrid Laurier. Esta averiguación fue publicada en el Diario de Psicología Experimental.
El área afectada en el cerebro es conocida como el sistema de espejo. En esta parta de la mente, se encuentran procesadas las acciones que realizamos y que, a la vez, vemos a alguien más realizar. Es parte de cómo, empáticamente, logramos colocarnos en los zapatos de los demás.
Durante el estudio, quienes se sentían más poderosos no poseían una actividad considerable. En cambio, las personas que se sentían sin poder ninguno, tuvieron un brillo inmediato en ésta en cuanto a los eventos de los que eran testigos.
Daniel Keltner, psicólogo social de la Universidad de Berkeley, afirmó:
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El poder disminuye todas las variedades de empatía.
Esta hipótesis ha sido respalda por dos estudios, uno de 2010 y uno de 2003:
- En el del año 2010, a los trabajadores de clases sociales más altas se les dificultaba imaginar qué emoción tenían las personas las fotografías mostradas en el mismo.
- Mientras que en la revisión del año 2003, los psicólogos encontraron que las personas que se sienten poderosas prestan atención a los demás tomando en cuentas sus propios deseos y necesidades.