Desde que tenemos memoria, se ha dicho que el rosa es un color para niñas (aunque no siempre haya sido así). Por eso, la campaña #FreeToWearPink propone que los niños usen ropa del color que prefieran, independientemente de su sexo.
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La iniciativa se propone cuestionar estereotipos de género y, de paso, vender camisetas. La responsable es Martine Zoer, fundadora de una marca de camisetas rosas para niños y niñas, llamada Quirkie Kids:
Nuestras camisetas muestran diseños divertidos que por lo general no se asocian con el color rosa. Creemos que todos los niños deben ser libres de vestir de rosa, sin importar su género. A algunos niños les gusta el verde, a otros el azul, a otros el rosa. Nosotros decimos ¿por qué no?
El hastag ha estado circulando con éxito en redes sociales: la gente sube fotos de sus hijos usando ropa rosa y Zoer está haciendo que su marca cobre presencia en internet.
Más allá del marketing, la iniciativa pone el tema de los estereotipos a discusión. Es común que, cuando un niño decida usar ropa que identificamos como femenina, reciba burlas o críticas. ¿Recuerdan el caso del papá que deja a su hijo usar vestidos?
La campaña me hizo pensar también en aquella niña de 5 años que se pregunta indignada por qué las niñas deben querer princesas y los niños superhéroes, si cada quién debería jugar con lo que elija. Si no han visto el vídeo, háganlo.
Lo que nos queda claro es que ningún niño debería ser criticado ni recibir burlas por el color de su camiseta, por los juguetes que le gustan, por usar tal o cual prenda de ropa. Así que celebramos la existencia de la campaña y nos sumamos a ella.
