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Me gustas, pero no te gustan mis películas

En las relaciones de pareja, hay momentos y elementos que no queremos ceder. El mío es el cine.

Conforme una va agarrando experiencia en las relaciones, van surgiendo puntos en los que, si en algún punto cedimos, conforme maduramos ya no estamos tan dispuestas a hacerlo. Y qué bueno, significa que vamos agarrando más inteligencia emocional. En mis años de relación con algunos novios, he descubierto que hay algo que me repele casi de manera definitiva: el gusto por el cine, cuando no coincide en nada con el mío. Y en los compañeros de cuarto, la música, por cierto (tómenlo en cuenta si buscan roomies).

Si bien no conozco a mucha gente a la que le disguste el cine, tampoco conozco tanta gente a la que le gusten el mismo tipo de películas que a mí. Sin embargo me gusta pensar que si le gustan filmes como los que a mi me gustan, existe la posibilidad de que tengamos mucho más en común, o bien nos pasemos un buen rato yendo al cine y comiendo palomitas (con mantequilla, qué es eso de caramelo).

Reconozco claramente que en la vida hay muchos estilos de películas y que a todas hay que aprender a disfrutarlas como vienen, vaya, no todas las películas estarán nominadas al premio de la Academia, o se irán al festival de Cannes, eso lo tengo claro. Hay algunas que sólo cumplen una función de entretenimiento (aunque hay otras que ni eso).

Sin embargo, tener una pareja a la que no le gusta el mismo estilo cinematográfico que a ti se vuelve incómodo. No vayamos demasiado lejos: en una de mis últimas relaciones, el tipo era muy fanático de las películas de Adam Sandler. Sin desmerecer las mismas, yo a veces quería ver cosas como Chico y Rita, Harold y Maude, o Black Swan, encontrando poca disposición de su parte, o que se terminaba durmiendo, cuando apenas íbamos en la segunda del maratón. Así no se puede, algo no hace click aquí. Una y una al menos. Y para mí que eso era una señal de eso.

Algunas parejas lo resuelven viendo cada quien lo que le gusta por separado, sin embargo, no puedo evitar sentir que eso le quita mucho de la diversión.

El tiempo que pasamos juntos

De acuerdo a The Guardian, aproximadamente un tercio del tiempo que pasan juntas las parejas es frente al televisor. La verdad es que es muy cierto: cuando entras bien a una relación, mucho de su tiempo se convierte en tiempo a solas viendo televisión y comiendo (no digan que no), claro, también está el sexo, pero ese es otro tipo de compatibilidad, que además podría no verse afectada por tu gusto cinéfilo.

Si casi todo el tiempo que pasas con esa persona especial será viendo televisión y películas, ¿No les parece importante que en ese punto coincidan? Puede que para ustedes no sea tan importante o representativo, o si, el caso es que todos tenemos un gusto que no estamos dispuestos a ceder.

¿Qué es eso que no estás dispuesta a ceder? ¿Les parece el cine y las películas algo para no ceder?

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