A lo largo de esta semana, Facebook, Twitter y Feedly, todos los servicios se han encargado de bombardearme con un título: aplicantes para el trabajo más difícil del mundo. Confieso que, al inicio, no le di importancia… pero a la quinta o sexta ocasión que vi el enlace, no me quedó otra que ir a la información. Vaya sorpresa que me llevé.
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El trabajo más difícil del mundo requiere plena dedicación, es un compromiso como ningún otro. Requiere 135 horas a la semana, durante los 365 días del año. ¿Vacaciones? Precisamente en esos días de verano, Navidad y Año Nuevo, el trabajo incrementa considerablemente.
Una compañía se da a la tarea de encontrar a este Director de Operaciones. De los 2.7 millones de visitas que recibió el anuncio pagado, sólo 24 personas respondieron. Cada uno de ellos fue entrevistado por videoconferencia. Se les platicó sobre las características del puesto: sin oportunidad de descansos, ni vacaciones, pro bono. Así es, sin remuneración.
Con estas características… ¿quién está tan loca(o) para aplicar? Lo sorprende es que existen millones de personas que realizan este trabajo — y, en muchos casos, sólo se les agradece una vez al año.
Esta campaña pone en otra perspectiva uno de los trabajos más demandantes: ¡ser madre! Seguramente, al igual que los entrevistados, recordaste esos momentos difíciles donde ella siempre estuvo ahí, las deliciosas cenas de Navidad, las enfermedades. Como dicen en el video: las mamás son increíbles.
¿Qué dices?, ¿estás lista para aplicar al trabajo más difícil del mundo?
Fuente: 24 applicants were terrified to do this job (The Huffington Post)
