Hace poco tuve un encuentro inesperado con un personaje de mi infancia. Todo comenzó por quererle hacer una broma a Pepe a través de Twitter, porque le parecía muy gracioso que yo hablara de “transformación vegetariana”, que le sonó a algo de súper héroes y por ahí puse un video de las famosas transformaciones de “Sailor Moon”.
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Cosa que me dio mucha nostalgia y me dio por ver algunos capítulos de la serie de nuevo. De eso, a empezar a recordar que alguna vez en la infancia llegué a pensar que si Serena (o Usagi) Tsukino podía ir a la escuela y salvar el mundo con sus amigas, ¿Por qué yo no podría hacerlo?
Puede que mientras las princesas Disney nos enseñaron a cantar y a esperar que nos rescatara el príncipe (sobre todo en los 90s), varias chicas mágicas (como se conoce al género de chicas que patean traseros con súper poderes), nos enseñaron que somos capaces de todo. Lo que es más, que las chicas no tienen que usar instrumentos varoniles para luchar. Su propia feminidad es también una fuente importante de poder.
Como dice The Afictionado, estos shows nos dejan la idea de que:
No porque seas una chica joven, eres débil. Tienes el potential de ser poderosa y tú y tus pares no tienen que sentarse a gritar que las ayuden, víctimas del sistema porque eres una chica. Puedes patear el trasero de los opresores malvados con tus zapatos con moñitos rosas, vencerlos con una vara mágica que lanza flores…
Aunque el género comenzó en los 60s con Hechizada, creo que su mejor época fueron los 90s, donde muchas caricaturas siguieron (alegremente) este rumbo. Otra punto a su favor es que casi todos los episodios del género de la chica mágica pasa el test de Bechdel con mucho margen.
Sailor Moon
La chica preparatoriana que se transforma en la “marinera de la luna”, y junto a sus amigas, marineras de otros planetas vencen al mal en sus terribles planes de conquistar al mundo. El único personaje masculino con poderes en esta serie es Tuxedo Mask, quien además es la pareja de Sailor Moon. En sus distintas temporadas tiene diferentes personajes malvados con distintas estrategias para apoderarse de la Tierra. La serie en general es disfrutable, aún “de grande”, lo único que me deja en la duda es porqué las otras sailors nunca pidieron la evolución a trajes más bonitos como el de Serena (el personaje principal). Para los que se fueron al rincón de la nostalgia, este año saldrá una nueva temporada de la serie: Sailor Moon Crystal.
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Sakura Card Captors
Una historia creada por el conjunto CLAMP (cuatro autoras que han traído a la vida geniales historias), sobre una niña que encuentra el libro de Clow y accidentalmente libera unas cartas mágicas que debe recuperar, teniendo batallas mágicas con los personajes de las mismas y sellándolas. Aquí el género cambia en el sentido de que Sakura quizás no era la heroína por derecho o destino, sino que esto ocurre por accidente y poco a poco se va convirtiendo en su verdadero amo.
Las guerreras Mágicas
Otra maravillosa serie del conjunto CLAMP, donde tres amigas terminan en un planeta paralelo llamado Sefiro, donde deben rescatar al pilar, la princesa Esmeralda para que el mundo no se destruya. El hecho de que sean tres guerreras, hace que sus personalidades sean mucho más desarrolladas en la historia, que a momentos llega a ponerse bastante oscura.
Las chicas súper poderosas
Sí, esta serie de Cartoon Network tiene mucho que ver en el género de las chicas mágicas, esta vez en versión americana con tres hermanas con súper poderes, y en edad preescolar(acaso una exageración de las chicas mágicas preparatorianas?): Bombón, Burbuja y Bellota. El show solía jugar mucho con los estereotipos, con frecuencia poniendo al padre (y madre) de estas tres hermanas como el hombre de la casa, la señorita Bellum siendo el verdadero cerebro detrás del alcalde, etc.
Creo que lo que más me gusta de todo es que no son chicas perfectas, en las series las conocemos como personas multidimensionales que también se enamoran, se enojan, van a la escuela y sacan malas calificaciones. No sé si las nuevas generaciones tengan personajes así en su ideario, pero si no, seguro que les harán falta.
Fuente: Autostraddle
