El mito de que los hombres juegan videojuegos mientras que sólo un pequeño número de mujeres lo hace, se ha derribado gracias a un estudio realizado por la firma Sennheiser y la empresa de investigación Alegas, que confirmó que la diferencia de género ya no es una realidad. Mientras un 53% de los gamers son hombres, el restante 47% son mujeres.
El poder femenino se ha extendido en distintas áreas, y la del videojuego no es la excepción, sumando también a más mujeres desarrolladoras. Mientras que un 11% de las mujeres son diseñadoras de videojuegos, sólo un 3% los crea.
A finales de 2012 surgió una protesta común a través de Twitter con el hashtag #1reasonwhy para contar cómo la mujer se siente discriminada por el sexismo y la misoginia que se encuentra en la industria del videojuego.
“La representación de la mujer en el mundo del videojuego se corresponde en todo con el estereotipo más caricaturizado de lo que se entiende como lo femenino en la sociedad”, explica Eurídice Cabañes, presidenta de ARSGAMES. “O bien como princesas débiles e indefensas siempre en apuros y a las que hay que rescatar (muy rosas ellas), o claros objetos del deseo masculino, con curvas exageradas y proporciones con las que les costaría un arduo trabajo mantenerse en pie” señala Cabañes.
Con la evolución de los personajes femeninos ha aumentado el número de protagonistas que son heroínas o iguales al rol masculino. Las expertas señalan que ha tenido un impacto positivo que las mujeres aparezcan mucho más en juegos como World of Warcraft y que poco a poco se deje de lado la creencia de que “la mujer sólo juega a Los Sims”
Para analizar este conflicto en la sociedad, la feminista y comunicadora social Anita Sarkeesian, hizo distintos videos llamados “Tropos contra Mujeres en Videojuegos». Les dejamos «Damisela en apuros» para mostrar cuantas veces nos topamos con este estereotipo de la damisela en apuro, a veces hasta sin darnos cuenta.
