Hace un par de días fui al cumpleaños de un amigo, como es costumbre le cantamos ‘feliz cumpleaños’ y luego le dio un mordisco a la torta. Era de merengue por lo que quedó con los labios y pómulos llenos de crema. Segundos después, alguien a lo lejos gritó: ¡Acabaron en tu boca!
Estallaron las carcajadas y no pude evitar pensar: la cagó que a los hombres les gusta acabar en todos lados. No les basta con el sexo vaginal ni oral ni anal. A veces quieren irse en tu espalda, en tus pechugas, en tu guata o incluso no falta el que se cree metralleta y dispara por todos lados en la ducha.
¿Por qué esa manía?
Porque los calienta. Tienen una fascinación con su pene y con todo lo que lo involucra. Ya sea cuántas veces lo estrenan o por cuántos orificios te penetran. No me sorprendería si jugaran entre ellos para ver quién “dispara” más lejos.
Si hasta cuando ven sus incuestionables revistas o películas pornos, les calienta ver cómo a las estrellas porno les chorrea el “batido proteico” por la cara.
Sí, batido proteico, porque es imposible que no intenten convencerte de que les debes dar sexo oral ojalá todos los días porque está comprobado científicamente que el semen tiene muchas vitaminas, que es lo mejor para las defensas bajas y que incluso te hace más feliz combatiendo la depresión.
Pero no a todas les gusta. Probablemente, muchas preferirían correr el riesgo de tener depresión que tener que tragarlo una y otra vez. Sin duda, a varias ni siquiera les causa placer tenerlo duro dentro de sus bocas, lamerlo y chuparlo mientras tu hombre se deshace en tus labios.
Y así como no a todas les gusta, a ellos les encanta. A todos: desde el más geek al más cool.
La clave está en el ojo por ojo. Porque ¿a qué chica no le gusta recibir un poquito de placer allá abajo?
¿Cuál es el lugar en el que más odias que acaben?