Soltar algo que nos tiene agarrados y que nos hace daño es una decisión totalmente personal y el proceso es único y en algunos casos no puede repetirse. Es todavía más difícil porque no hay una serie de pasos que puedan hacerse para darse la vuelta y alejarse de lo que sea que nos impida estar con alguien y ser felices para siempre como todos los cuentos de Disney nos dictaron.
Para poder darte una mejor idea del por qué te voy a escribir sobre esto esta semana, quiero contarte que hace unos días me despidieron. Trabajé poquito tiempo como diseñadora en un lugar que disfrutaba mucho pues me llevaba muy bien con todos y me gustaba mucho lo que hacía ahí y muy confiada en que todos estábamos en el mismo canal me di la libertad de rechazar un par de ofertas que me llegaron hasta que un buen día la vida dio la vuelta y se acabó.
Me siento con la libertad de contarte todo esto porque creo que puedo comparar mi situación a muchas otras que suceden todos los días a millones de personas. Uno se siente completo y a gusto en su propia piel y con todo lo que le rodea y es muy difícil aceptar que en cuestión de segundos todo puede cambiar, que hay factores que no dependen de nosotros ni de nuestras ganas y duele mucho y es muy frustrante.
Pesa mucho el que las cosas no salgan como las hemos planeado y que de repente la vida de un giro completo que te sitúa en un lugar que no conoces y que no sabes cómo manejar, sin embargo, todas las cosas que pasan en esta vida, como te lo comenté hace dos columnas, suceden porque hay algo que se tiene que sacar de ahí. La vida es una serie de lecciones aprendidas o por aprender y cada oportunidad que te llega es, a la vez, una oportunidad de aprender algo que poco a poco te irá acercando a la mejor versión de ti.
Es difícil, es lastimoso, es frustrante y es cansado estar todo el tiempo aprendiendo lecciones y siendo parte de algo que todavía no sucede, sin embargo, déjame decirte que todo eso que pasó, que pasa y que está por pasar, es para darle a tu vida un giro todavía más positivo que aunque ahorita no lo tengas claro y más bien veas todo muy negativo, en cuestión de días, todo empieza a aclararse y logras entender el por qué de las cosas.
Lo que te va a distinguir de aquellos que se quedan estancados y que se dejan caer por situaciones que no están en sus manos es el cómo vivas las cosas que te pasan, el cómo manejes el rechazo, el despido, la ruptura y la pérdida, que logres comprender que hay cosas que simplemente no están destinadas a ser, y eso sólo dice que eres adecuado para muchas otras cosas o para muchas otras personas.
Hay que entender que te vas a topar con alguna circunstancia o con alguien que simplemente no quiere estar contigo y que eso no habla mal de ti o de que no seas bueno para algo, sino que cada quien está buscando la mejor manera de vivir su vida y de tomar sus decisiones como mejor le convengan y a veces nos toca tener la empatía suficiente para respetar eso y finalmente poder soltar. Te aseguro que un día, cuando de plano no lo veías venir, te topas con la oportunidad que hizo que todos estos días oscuros valieran la pena.