Al hablar de la experiencia como usuaria de bicicleta se acentúan algunas diferencias sobre lo que significa como medio de transporte para el resto las personas. ¿A qué me refiero?, a que solo puedo hablar del paso que di de ser peatón a ciclista, y no de automovilista a ciclista. Por eso es difícil practicar la empatía de mi parte hacia los automovilistas, y de parte de ellos hacia los ciclistas. Hablando de mayorías, la verdad es que los que se transportan en coche, el hacerlo en bicicleta lo ven como innecesario, como un capricho o lo aceptan indulgentemente dada tu “condición económica”, como diciendo “that’s ok, pero yo que tengo auto no lo haría”. Tampoco significa que pretenda ser una conversora de conductores de coche a ciclistas, sin embargo aquí te expongo el por qué prefiero una bicicleta para transportarme.
Es económico
“Gasolinazo” es una palabra muy recurrida una vez al mes en México, que hace referencia al aumento mensual en los combustibles. ¿Crees que por no tener automóvil no te afecta? Ahí tienes los aumentos a las tarifas y la calidad en el transporte público, y a casi todos los insumos básicos de alimentación y del hogar que son transportados de un punto a otro del país, ¡exacto en vehículos que utilizan combustible! Este “hermoso” ascenso en los precios gracias a nuestros gobernantes nos afecta en muchos aspectos, que no lo haga para tu propia transportación ya es ganancia.
Es ecológico
Por ser un vehículo de cero emisiones, es decir que no emite sustancias contaminantes (y dañinas para la salud y el ambiente) a través de un tubo de escape, contribuye a reducir el calentamiento global. También al no emitir ruidos promueve un ambiente sano y armonioso.
Es saludable
La lista en este apartado es larga: mejora la condición física, aumenta el flujo sanguíneo, mejora la capacidad pulmonar, reduce los niveles de colesterol en la sangre, disminuye el porcentaje de grasa en el cuerpo y combate el sobrepeso; incrementa la coordinación motriz, beneficia nuestro sistema cardiovascular, incrementa la masa ósea (vuelve los huesos más fuertes), aumenta la elasticidad, y mucho más.
Se refleja en tu cuerpo
En las piernas que tendrás y lo sabes, no hace falta decirlo. Además favorece la postura; mi trabajo es casi 100% frente a un ordenador y eso afecta mi espalda, ya que el ejercicio y/o deporte no son algo que me definan, transportarme en bicicleta ayuda a que mi espalda se libere de tensión y corrija un poco la postura que deriva de mi sedentarismo.
Actitud buena onda
Aparte del café, que influye en mi día a día, andar en bici mejora también mi actitud; tener contacto con el aire exterior y sobre todo la actividad física generada al usar la bicicleta, ayudan a liberar endorfinas que mejoran el ánimo, a relajarnos y es además un buen antidepresivo junto con la producción de la serotonina y la dopamina. ¡Fuera estrés! Así puedes ser más observador que de costumbre, de los detalles comúnmente inadvertidos y de las cosas sencillas; suena cursi pero no lo es. En mi caso, en definitiva algo que agradezco enorme, es que aumente mi capacidad para sonreír, porque reconozco que no se me salen fáciles las risas.
Una bendición en el tránsito
Las congestiones de tránsito pueden ser agobiantes. ¿Tienes idea de cuántos coches delante de ti debes esperar para avanzar, transportándote en bicicleta? Prácticamente ninguno, casi siempre estarás entre los primeros esperando a que el semáforo cambie a luz verde. ¿Preocuparse por el estacionamiento? Créeme, esa es una idea que ni siquiera pasa por la mente de un ciclista.
Autonomía
La facilidad de desplazamiento, aunque menos veloz que un coche, la practicidad y la flexibilidad como transporte deriva en un alto grado de independencia. En bicicleta sientes menos ataduras, en efecto para trasladarte, pero esa misma sensación la transfieres involuntariamente hacia otros ámbitos también.
Como podemos ver, la bicicleta como medio de transporte ofrece muchas perspectivas, por supuesto también conlleva desventajas, que las dejaremos pendientes para hablar después. La bicicleta es un tema amplio, sus connotaciones sociales, su historia, los estilos, los implementos según las necesidades, las medidas de seguridad y ¡claro! también la forma en que vistes para transportarte en ella. Ahora cuéntanos ¿cuáles son tus apreciaciones en torno a la bicicleta?
Fuente: Soycitadino.com