Cuando Facebook me pide actualizar mi estado amoroso, he estado tentada a ponerle la mía con el café, pero en definitiva esta parece no ser opción disponible en esta red social.
Preferible de grano, caliente y sin azúcar, el café es imprescindible en mi vida. Aunque puedo afirmar que si un día no lo consumo, tampoco arruina mis actividades ni interfiere en mi agenda. Pero siendo el tomar café, un evento que disfruto placenteramente, es muy probable que sí influya en la actitud con la que sobrelleve las circunstancias que se me presenten.
En casa de mis padres, el café es una constante desde que tengo memoria. Sin embargo, cuando era pequeña no fomentaron en mí el consumo por él, argumentando que era para gente mayor. Eventualmente comencé a beberlo desde adolescente, hasta que llegó a convertirse en mi incondicional; por las mañanas, por las noches sin dormir cuando la universidad, en las pláticas con amigos, las citas tímidas, el de las tardes en casa de mis papás, el de la oficina, el de estar frente al ordenador, el de leer, el del quehacer doméstico, los trayectos y las caminatas por las calles.
Mi afición por el café me ha llevado a darle prioridad a la hora de hacer las compras, a veces sacrificando otros alimentos o necesidades, pues se ha vuelto indispensable para mí. Pero aunque esta bebida me resulte esencial, he procurado no excederme en su consumo; tomo 1 a 2 tazas diarias, y sólo en ocasiones excepcionales he tomado 3 ó 4.
Recientemente un estudio publicado en la revista de Mayo Clinic indica que hay una relación bastante significativa entre el consumo excesivo de café (28 tazas por semana, es decir 4 diarias) y la muerte por diversas causas, en hombres y mujeres menores de 55 años. Por lo tanto, en base a este descubrimiento, concluyen que “Al parecer es apropiado sugerir a los jóvenes evitar el consumo abundante de café”.
Al ver el titular de la noticia y no conocer los rangos de consumo, debo admitir que me alerté, pero una vez aclarada la información me confortó saber que mi caso no es grave. De todos modos, no está de más moderar mi consumo por esta bebida, combinándolo con una vida saludable en todos los aspectos, y finalmente procurar como en todas las relaciones, un equilibrio.
¿Cuál es tu experiencia en torno al café?
Fuente: Univision
