Típico: llegas 5 minutos tarde a la oficina y ya hay alguien asomando la cabeza fuera de su cubículo. Y no es tu jefe. Es esa persona que suele estar demasiado al pendiente de todos tus movimientos: con quién hablas y a qué hora y si te tomas algunos minutos más a la hora del almuerzo.
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Los chismes de oficina pueden volver el ambiente laboral muy pesado. Un peso que con el estrés y el trabajo que ya tienes que hacer, la verdad es que no necesitas. Aunque es probable que existan mientras las oficinas también lo hagan, hay algunas cosas que puedes hacer para que no se salgan de control.
No caigas en el juego
Aunque tu oficina sea muy aburrida, evita subirte a ese tren. Por ejemplo, si alguien de tu oficina te comenta algo negativo, siempre intenta sacarle el lado positivo. O sea, si alguien te dice algo como: “¿Supiste que a fulanita le darán más vacaciones?” Contesta con algo positivo: “Pues ha trabajado muy duro, la verdad es que no dudo que se las merezca.”
Si no quieres caer en un conflicto, deja que el rumor muera al no esparcirlo. Escúchalo y asiente la cabeza, pero no continúes el ciclo.
Entérate bien
No quiere decir que estés muy atenta a los chismes, significa que si algún rumor anda por ahí, te enteres de la verdadera historia. Tiene que ser hecho con cuidado, y acudir con las fuentes directas. De esta manera, aunque no sea sobre tí, puedes evitar que siga creciendo.
Es buena estrategia para dos cosas: la primera es ganar respeto entre tus pares y la segunda es ganar una posición de confianza con otros. Ser esa persona a la que los demás acuden cuando hay problemas sobre rumores, es una forma de demostrar que eres una buena líder. Y te hace ganar respeto con aquellos que gustan de crear rumores.
Cuando son sobre ti
Hay varias rutas a enfrentarlos cuando se dirigen a ti. Si no te gustan las confrontaciones, puedes esperar a que las aguas se calmen. La verdad es que un rumor durará sólo hasta que aparezca uno más interesante. Pero hacerte de oídos sordos puede ser complicado, entre la manera que la gente te mira al caminar por el pasillo o se calla tan pronto como apareces.
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Si te sientes más fuerte, confronta a la fuente del rumor de una manera tranquila y calmada. Trata empezar de una manera suave como: “Creo que hubo una confusión, las cosas en realidad están así.” Será un momento incómodo para la persona que creó el rumor, más si una buena parte del mismo fue inventada.
Esto marcará tu terreno y seguro pensará dos veces antes de volver a inventar un rumor tuyo, porque le será incómodo tener que enfrentarte de nuevo.
Recuerda, los rumores son una parte de la vida laboral. Lo mejor es empezar por ti misma: trata que las personas a tu alrededor se sientan cómodas. Ser la persona de la energía positiva y que no sede ante los rumores es la mejor imagen posible que puede haber de ti.
¿Y ustedes cómo combaten los rumores de oficina?
Foto: Howto
