Justo esta semana se cumplen seis años desde que se despenalizó el aborto hasta las doce semanas de gestación. Fueron más de quince años que le tomaron a las organizaciones feministas llegar a esta aprobación el 24 de abril de 2007.
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Este mismo día a quedaron como excluyentes de responsabilidad el aborto por violación, malformaciones congénitas o genéticas graves del producto o por grave riesgo de la salud de la mujer. Un gran avance para los derechos de las mujeres.
Se establecieron también las bases legales para la provisión de los servicios de salud para garantizarlo con condiciones seguras y con pleno respeto a los derechos humanos de las mujeres.
Los beneficios de esta ley a seis años de ser aprobada son un hecho, ya que desde su aprobación el número de interrupciones legales del embarazo hasta febrero de 2013 es de 95,925 según datos de la Secretaría de Salud. La edad promedio del 70% de las mujeres es entre los 18 y 24 años. El 45.5% de ellas son mujeres solteras.
En este sexto aniversario es momento de festejar los beneficios de una ley como esta, pero también de reflexionar lo que está pasando en los demás estados de la República Mexicana, pues han sido muy pocos los estados que han aprobado esta ley.
Todos los códigos penales estatales consideran legal el aborto en casos de violación, y todos salvo los códigos de Guanajuato, Guerrero y Querétaro lo permiten cuando hay riesgo para la vida de la mujer; catorce de los treinta y uno extienden estos casos para incluir deformidades fetales graves. Sin embargo, según Jo Tuckman del periódico The Guardian, en la práctica hay pocos estados que facilitan el aborto inducido en estos casos. En algunos estados, como Guanajuato, la práctica del aborto se castiga con penas de prisión de hasta 30 años.¿Qué pasa con la leyes en estos estados, por qué en pleno siglo XXI y después de ver que en la ciudad capital la ley funciona no se ha pensado en establecer la ley a nivel nacional? ¡La lucha aún no termina!
