Hace dos años el fotógrafo Jodi Bibier obtuvo el primer lugar del World Press Photo por el impactante, pero poético retrato de una joven afgana con su nariz mutilada. La imagen de Bibi Aisha para la portada de Revista Time.
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Aisha tenía 18 años, cuando Bibier decide retratar la cruda historia de la joven que por escapar de su impuesto marido y sus malos tratos, tuvo que pagar con el régimen talibán, perdiendo su nariz, parte de sus orejas y a solas con su suerte.
Hoy con residencia en Estados Unidos, Bibi Aisha reconstruye su vida, intentado dejar atrás los fantasmas del pasado.
Luego de obtener asilo político, Aisha se instaló en Frederick, en el hogar de Mati Arsla y Jami Rasouli-Arsala, familiares de uno de los directivos de Women for Afghan Women (WAW), organización humanitaria que defiende y promueve los derechos humanos de las mujeres afganas y que la rescató, logrando finalmente su residencia en el país de América del norte.
Antes de eso la joven permaneció durante meses en el centro de rehabilitación dirigido por Esther Hyneman, quien además estuvo a cargo de la custodia de Bibí. “Cuando llegó era una ruina emocional”, contó Hyneman, agregando que al abandonar el lugar “era un ser humano diferente”.
Desde que Aisha llegó a Estados Unidos, pudo contar con una prótesis de nariz otorgada por un centro sin fines de lucro. Sin embargo, el medico a cargo de la organización, Peter Grossman, sigue trabajando en solución permanente; la reconstrucción definitiva de la nariz y las orejas con huesos, tejidos y cartílagos de otras partes de su cuerpo.
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La esposa del especialista y parte de la institución, comentó que “Aisha recuerda la esclavitud cada vez que se mira al espejo”, aunque “todavía hay veces que puede sonreir”.
Gracias a la prótesis, el rostro de Aisha volvió a brillar y recuperar su sonrisa, y hoy se prepara para enfrentar aquella cirugía que intentará reconstruir definitivamente su nariz..
Actualmente, Bibi visita a diario a un equipo de médicos y psicólogos que la ayudan en el tratamiento de su futura operación y el estrés post-traumático que le generó su oocidentalmente incomprendida mutilación.