Fue un 8 de junio de 1972, cuando el fotógrafo Huynh Cong “Nick” Ut en plena guerra de Vietnam, decidió disparar su obturador e inmortalizar para siempre el instante de uno de los reflejos más horrorosos de la guerra de Vietnam: La imagen de una niña escapando de su aldea, tras el bombardeo de Napalm en Trang Bang .
Eternamente desnuda, eternamente anónima, bastó sólo un segundo para que la icónica imagen en blanco y negro de la pequeña víctima del Napalm y el miedo, se convirtiera en la prueba de una dura realidad, capaz de transmitir los horrores y remover las consciencias de todos los involucrados en una guerra que sólo pertenecía a los sedientos de poder. Una imagen tan intensa que logró incentivar el fin de una de las más controversiales guerras de la historia universal.
Hoy, a sus 49 años, casada y con cuatro hijos, Kim Phuc, protagonista de aquel imborrable episodio confesó:”Siempre he querido huir de ese recuerdo, pero parece que la foto no me deja ir”.
Después de cuatro décadas, Phuc logra reconciliarse con su pasado, enfrentando a la niña de aquella fotografía, la misma que corre desnuda, cargada de Napalm y miedo, la misma que remeciendo al mundo entero, exigió subliminalmente a gritos la paz.