Terrible pero cierto: cuando Fujimori era el líder Perú, sugirió que la solución a la pobreza era obligar a las mujeres a ser esterilizadas.
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Miles de hombres y mujeres, la mayoría indígenas, fueron perseguidos y obligados a someterse a un proceso de esterilización con la excusa de que tener menos bocas que alimentar elevaría el nivel de vida de las familias.
Con mentiras y una campaña engañosa, Fujimori vendió la idea de darle a las mujeres peruanas el poder de decidir cuántos hijos tener a distintas organizaciones internacionales, como la ONU, para que financiaran su gran plan de control natal.
Según relata Hilaria Supa, una activista quechúa, durante los diez años que duró esta campaña le llegaron diversas denuncias de mujeres que fueron sometidas en distintas clínicas bajo la amenaza de que si quieren tener muchos hijos tendrán que pagar. “Ustedes paren como chanchos” fueron las dulces palabras que le dijeron a Aurelia Paccohuanca, madre de 4, quien fue perseguida y obligada a someterse al proceso.
Fujimori está en la cárcel por diversos cargos relacionados con su puesto pero este abuso a los derechos humanos no figura en la lista. Afortunadamente, el expediente que contiene las denuncias y peticiones de quienes sufrieron de estos abusos no se quedó congelado y se reanudaron las investigaciones para revelar los verdaderos horrores de esa década oscura y darle voz a las víctimas.
Sin embargo, el daño ya está hecho y hay quienes piensan que sigue siendo la mejor opción. Es un tema delicado pero ¿tiene derecho el gobierno de decidir sobre tu cuerpo y tu familia? ¿Para qué el engaño?
Siempre he creído que la mejor manera de hacer un cambio es con educación y ejemplo; pero la gente tiene a ser más reactiva que proactiva. Qué triste que en este caso lo que se haya mutilado sea un derecho tan inherente a nuestra naturaleza: la maternidad.