La historia del dinero es larga y a todos nos la pasaron el colegio. Es entretenido pensar que en un momento sólo había trueque; que luego fueron semillas de cacao, granos de sal, piedras… después pasaron a ser monedas, y luego papeles con sellos especiales.
Por ahí por el siglo XIX se lanzaron los cheques, cheques de viajero que permitían recorrer varios países y después, el dinero plástico.
Tanto teniendo (débito) o no teniendo (crédito) nadie puede negar que al menos entre la gente joven, la mayoría usamos eso.
El otro día conversábamos sobre los cheques. El sueldo uno lo recibe en su cuenta del banco y va pagando sus deudas y demases, generalmente con tarjeta. Es un cacho recibir un cheque ya sea con el sueldo o por cualquier cosa.
Tengo chequera porque me la dieron con la cuenta corriente incluida pero la verdad no la uso casi nada. Algunas veces ando con un cheque doblado en la billetera en caso de que tenga que pagar algo donde no tengan redcompra, como la consulta del médico o la imprenta.
Sin embargo, es muy raro llegar a un lugar y que no haya redcompra. Es como inverosímil a ratos: tienen hasta en la feria.
La verdad, yo me las arreglo un poco con las dos cosas. Mis dos preceptos principales son: máxima seguridad y mínimas idas al banco. Por eso guardo los cheques para ocasiones muy puntuales –para no tener que ir a solicitar un calendario- y a final de mes, cuando llega el sueldo, voy al cajero y retiro el dinero de los gastos fijos; lo distribuyo en sobres y me quedo con un poco de efectivo. La tarjeta se guarda en un lugar seguro y nunca ando con demasiado dinero. Si surge una emergencia, bueno, ahí veré que hago.
Lo que sí me pasa es que cuando uno pasa la tarjetita, es como si la plata no existiera, y con eso es mucho más fácil gastarla rápidamente. Por otro lado, queda registrado donde uno la gastó. Los giros de dinero en cambio no quedan registrados en qué los gastó uno.
Cuando fue el terremoto yo no tenía ni un peso. Por eso, ahora, siempre manejo algo de efectivo; pero tampoco todo, nadie te asegura que si tienes plata guardada en un cajón, no entren en tu casa y te la roben toda.
Y tú que usas, ¿Tarjeta o efectivo?