Siempre me han gustado los cachureos. Uno de los panoramas que tenia con mi papá, era el paseo al persa Bío Bío los fines de semana (se ubica entre las calles Bío Bío, Placer y Víctor Manuel). Me gustaba cuando llegábamos y recorríamos todos los galpones. A veces íbamos sólo a mirar, pero el hecho de pasar la mañana mirando las antigüedades, libros, adornos y otras cosas, era suficiente. Siempre comprábamos algo en la tostaduría para comenzar la caminata, además de las respectivas Sorbete de guinda Letelier para calmar la sed.
Con los años dejamos de ir juntos, así que iba con mi mejor amiga a buscar música nueva. Todavía conservo algunos cassettes que compré durante esa época. En esos años, Internet no era tan masivo como ahora. La conexión era vía telefónica y tratar de bajar un mp3 se transformaba en una odisea.
Cuando yo no tenia mucho dinero (estaba en el colegio y no trabajaba) vendía algunas cosas que no utilizaba a los locatarios del persa. Libros que tenía repetidos, discos y otras cosas me ayudaron a costear carretes y paseos a la playa de entonces.
Luego entré a la universidad y me fui al norte. En Iquique existe la feria agropecuaria, donde verduras y frutas se mezclan con ropa usada, muebles, cds y un sinfín de diferentes artículos. No era lo mismo que mi clásico persa Bío Bío, pero servía para distraerse de tanto estudio los fines de semana.
Cuando regresé a Santiago, me puse a pololear con mi actual marido. Un día, mientras conversábamos, él me dijo que no conocía el persa, así que un fin de semana lo lleve para que lo conociera.
Lo que más me gusta de ir al persa, es que siempre se puede encontrar lo que se necesita. Como hay galpones especializados, es fácil orientarse una vez estando ahí. Si se necesitan dvds vírgenes, juegos para la Xbox, tinta para la impresora o un mouse, se encuentran en el galpón de la computación. Si se buscan antigüedades, hay que recorrer los galpones nuevos que están llenos de muebles adornos, lámparas y cuadros. En realidad, venden de todo, hasta las cosas más absurdas.
También venden juguetes y para los coleccionistas, eso es un tesoro, sobre todo si son figuras que ya están descontinuadas. Mi marido compró una figura de Transformers a un precio ridículo y yo encontré uno de los peluches de Fraggle Rock (serie de los 80`s) nuevo e impecable. Generalmente tienen un buen precio y se encuentran en buen estado, incluso cuando son usados. Debo comenzar mi colección de figuras de “El señor de los anillos” y el Persa Bío Bío será un buen lugar para comenzar a buscar todas las figuras de la saga.
