Actualidad

Obsesión por Syd

Una fanática de Pink Floyd.

Debo admitir que Pink Floyd no me ha gustado toda la vida. En el colegio encontraba que era más una pose que otra cosa, un estilo de “Me gusta Pink Floyd” y eso automáticamente te daba un status de cool y que sabías de música. Por culpa de hacerle el quite a ese prejuicio, siento que perdí una parte de la adolescencia escuchando demasiado pop y quien sabe, quizás hizo de mí la pindy que soy ahora.

Cabe destacar que la única canción que me sonaba de PF era “Wish You Were Here” ya que la tocaron mis compañeros en una ceremonia cuando estábamos en cuarto medio. Pero ya en la universidad, y no me acuerdo por qué exactamente, llegaron a mis oídos otras canciones, como “Confortably Numb” y “Shine On You Crazy Diamond” (que para mí sonaba como Crazy Darling, quizás cuántas veces la canté así). Pero me quedé pegada con estos dos únicos temas y sería. Ahora sentía que me gustaba un poco Pink Floyd, pero sólo un poco.

Ya en mi vida laboral me puse sumamente pinkfloydeana y bajé y escuché discos completos, entre ellos, “Dark Side of the Moon”, “The Wall”, “Wish You Were Here”, etc. Todo lo que escuchaba me gustaba y me emocionaba. Con el tiempo me fui haciendo de una lista de canciones favoritas y es bastante larga, incluso más que mis listas poperas del pasado. Es curioso, antes era fanática de The Cranberries. Ahora me aburren un poco. ¿Será eso crecer? Lo que más me agradaba era esa sensación de melancolía y tristeza que tenían sus melodías. Y no estaba tan perdida.

Un poco de historia

Roger Waters, siendo un estudiante de arquitectura, se unió junto a Nick Mason y Richard Wright y formaron la banda Sigma 6, que posteriormente, con la unión de Syd Barrett y Bob Klose, se llamó The Abdabs. Finalmente y en honor a los músicos Pink Anderson y Floyd Council, Syd propuso que se llamaran The Pink Floyd Sound, siendo Syd su principal compositor y formado por sólo cuatro miembros, debido al abandono de Bob Klose.

Syd Barrett despertó en mí un estilo de obsesión después de ver un documental, llamado The Pink Floyd and Syd Barrett Story. No tenía idea de que parte de la genialidad de este grupo se debía a la locura de Syd, la que se le fue de las manos cuando ya en franca adicción a las drogas, y en especial al LSD, no volvió nunca más a la sobriedad y se hundió en un mundo extraño, solitario y alejado del resto del grupo. Waters decidió integrar a David Gilmour y poco a poco, la participación de Barrett fue disminuyendo. Tuvo un pequeño éxito en solitario, sacando buenos discos como “The Madcap Laughs” y “Barrett”.

Cuentan los integrantes de Pink Floyd que una vez, grabando “Shine on you crazy diamond” en 1975, vieron a un tipo gordo, pelado y sin cejas, lavándose los dientes y saltando. El negro de sus ojos lo delataron y Roger Waters lloró al darse cuenta de que era Syd, irreconocible, perdido en la vida: “Now there’s a look in your eyes, like black holes in the sky. Shine on you crazy diamond”.

Es triste, después de conocer esta historia, de la pérdida de un amigo, del genial compositor y de uno de los integrantes fundadores de este increíble grupo, se haya plasmado en sus canciones, con una sensación de melancolía profunda. Syd se alejó del mundo cual ermitaño y tiempo después fue entrevistado. No tenía idea qué era Pink Floyd ni que había formado parte de este grupo. Murió a los 60 años.

Síguenos en Google News:Google News

Contenido Patrocinado

Lo Último