¿Han visto el último video de Rihanna “Bitch Better Have My Money“? ¿Saben cómo fue el proceso de selección de las chicas que aparecen junto a ella? Olvídense de las filas eternas para postular, la solución es Instagram.
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La plataforma no sólo ha sido la vía para que estrellas encuentren a co-estrellas para sus videos —como el caso de Sanam, la chica elegida por Rihanna— sino que también, se ha convertido en la mejor herramienta para los reclutadores de modelos.
En abril de 2014, el prestigioso diseñador Marc Jacobs anunció que las y los modelos de su nueva campaña no serían rostros de agencias famosas como Elite Models o IMG Models, sino que personas comunes y corrientes seleccionadas a partir de sus fotos de Instagram o Twitter.
Este año, Jacobs hizo el llamado nuevamente: a través del hashtag #CastMeMarc, llamó a sus seguidores a que postularan para ser rostro de su campaña Fall/Winter 2015.
¿Qué pasa con las agencias tradicionales? Aún existen y son influyentes, sin embargo, ahora hay más opciones. Los reclutadores de modelos ya no sólo salen a buscar potenciales rostros a las calles o centros comerciales, Instagram también es una fuente prolífica de talentos.
Como se cuenta en una nota de Vogue, Nastya Abramova es un ejemplo perfecto de esto. La chica proveniente de Ucrania fue contactada en VK, una red social similar a Facebook.
Cuando recibió el mensaje, se sintió un poco insegura, pero decidió darse la oportunidad de probar su talento en el mundo del modelaje y, definitivamente, el éxito que ha tenido fue la muestra de que estuvo bien al seguir su intuición.
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Luego de ese reclutamiento fortuito, Nastya ha participado en desfiles de famosos diseñadores y marcas como Giambattista Valli, Gucci, Calvin Klein, Chanel y Dior.
Otra modelo que ha sido reclutada vía redes sociales es Jamilla Hoogenboom. Al igual que Nastya, fue vista en las redes sociales y gracias a sus fotos, se convirtió en modelo de alta costura.
En muy poco tiempo, se convirtió en el rostro de marcas como Céline y Alexander McQueen, el sueño de muchas modelos profesionales y la suerte de una joven que estaba estudiando en una escuela de moda cuando los reclutadores pusieron sus ojos en ella.
Claramente, hay que ser realistas. Por más que nos encantaría que marcas como esas reclutaran a chicas comunes y corrientes, los parámetros no distan mayormente de los que una agencia profesional establecería para las modelos: mujeres muy delgadas, altas, caras andróginas o rasgos marcados.
