Los últimos años han sido reveladores en relación al feminismo y la lucha por los derechos de las niñas y mujeres. Todos los días surgen nuevas campañas o movimientos que tienen como objetivo principal la eliminación de la desigualdad de género.
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Las mujeres queremos y exigimos respeto, sea en nuestro entorno más íntimo, en los espacios públicos o en nuestro lugar de trabajo. ¿Qué piensan los hombres?
Según Kim Elsesser, autora del libro Sex and the Office, el feminismo ha provocado que los hombres tengan miedo de ayudar a sus colegas femeninas, porque piensan que su actitud puede ser traducida como acoso laboral.
La autora plantea que los hombres están volviéndose paranoicos en torno a este tema y que eso, al fin y al cabo, perjudicaría las posibilidades de las mujeres de desarrollarse en sus carreras profesionales.
Como se explica en un artículo de The Telegraph, Kim Elsesser cree que el “temor” que tienen algunos hombres a ser denunciados por conductas de acoso laboral, sin necesariamente haberlo hecho, influye en las redes de contacto de las mujeres.
¿Están de acuerdo con esto? Quizás existan cifras o estadísticas que validen algunos puntos de la teoría de Elsesser, sin embargo, hay más elementos que deberíamos analizar.
No creo que las mujeres se sientan acosadas en sus trabajos sólo porque un colega les ofreció ayuda. Hay límites; hombres y mujeres deben conocerlos y saber cuándo se traspasan.
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Las mujeres podemos discernir entre una conducta apropiada y otra que no lo es, la única diferencia, es que ahora no tenemos miedo de denunciar el acoso laboral.
Creo que la teoría de Kim Elsesser no hace más que perjudicar a las mujeres profesionales, ya que asume que sus posibilidades de ascenso tienen estricta relación con el comportamiento de sus colegas masculinos, descartando sus propios méritos.
Una empresa que establece normas de conducta laboral y que las respeta, debe comunicarle a sus empleados cuáles son los límites en las relacionales en el lugar de trabajo.
Si esos empleados saben que una conducta determinada es penada, hombres y mujeres tendrán conciencia de ello y no tendrían por qué haber mal entendidos. ¿Los hombres están paranoicos o las empresas todavía tienen políticas sexistas?
