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Zoológico de Chapultepec niega una mejor calidad de vida a orangutanes híbridos

Después de presentar 100 mil firmas pidiendo el traslado de Toto y Jambi a un santuario en Brasil — con todos los gastos pagados —, el Director responde con una negativa.

Hace un par de meses, la organización Proyecto Gran Simio lanzó una petición en Change.org, pidiendo al Zoológico de Chapultepec que liberen a 2 orangutanes híbridos para ser trasladados al santuario de primates de Sorocaba, en Brasil. A pesar de reunir 100 mil firmas, la respuesta del Director Juan Arturo Rivera Rebolledo fue un rotundo: «¡No!».

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Desde su nacimiento, la situación de Toto y Jambi ha sido desafortunada. Ambos son híbridos nacidos en cautiverio accidentalmente. Por esta condición son estériles y no forman parte del programa de reproducción de simios en cautiverio.

Según Paulina Bermudez, quien sube la petición, Toto y Jambi recibían clases y actividades propias para su edad. Al llegar a una edad juvenil, este trato terminó.

Cuando Toto y Jambi eran más pequeños recibieron clases para aprender lenguaje de señas como medio de enriquecimiento y para facilitar las consultas médicas, sin embargo estas actividades se detuvieron. Al convertirse en jóvenes machos sin un espacio adecuado donde practicaran la locomoción arbórea, con poca entrada de luz solar y tras pasar casi 17 horas aislados en las casas de noche y sólo 7 horas en el exhibidor, se generó en ellos un comportamiento agresivo que hizo necesario mantenerlos separados para evitar conflictos y peleas.

La petición asegura que el santuario brasileño correrá con todos los gastos: el traslado, la rehabilitación física y mental, un lugar donde vivir con espacios abiertos, manutención por el resto de sus vidas.

A todo esto, Rivera Rebodello argumenta que las acusaciones señaladas en la petición son “deficientes y no están sustentadas”, por lo cual no aceptará el traslado de estos orangutanes.

En tanto Toto y Jambi continúan viviendo en cautiverio sin sentido aparente, cuando podrían disfrutar de la libertad de un santuario. ¿Por qué?

En contraste, hace unos meses Argentina declaró a una orangután como persona no humana después de 20 años de cautiverio — por lo cual podría ser liberada. ¿Tendrán que esperar Toto y Jambi tanto tiempo para ver el azul del cielo y trepar las ramas de los árboles?

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