Me cuesta entender a la gente que no toma café, no sé cómo pueden resistirse a su olor maravilloso y a la sensación de beberlo a primera hora del día. Tapoco conozco la verdad sobre todos los mitos que se dicen sobre él. Lo que sí sé, es que para una amante del café como yo, los pretextos sobran para tomarlo todos los días, y hoy les compartiré algunos de ellos.
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Estimulante
La principal propiedad del café se reconoce por el enorme poder estimulante que produce en nuestro sistema nervioso. La combinación de textura, sabor y olor despierta nuestros sentidos físicos, mientras que la cafeína actúa de manera directa a nivel neuronal.
Antioxidante
Es famoso por sus propiedades antioxidantes y su capacidad de reducir el proceso degenerativo en el organismo. Previene y disminuye el desarrollo de ciertos padecimientos como el Alzheimer, Parkinson y algunos cánceres.
Te mantiene alerta
Su alto contenido de minerales como magnesio, potasio y floruro nos permite estar más alertas e incrementar nuestra concentración y memoria a corto plazo.
Mejora el ánimo
Al ser un estimulante, beber café puede ayudarnos a producir la cantidad suficiente de serotonina para mejorar nuestro estado de ánimo y mantenernos relajados. Cabe desacar que el hecho de que te mantenga alerta no significa que te altere. Si lo bebes en dosis moderadas puedes alcanzar un estado de reajación agradable.
Alivia el dolor de cabeza
La próxima vez que te duela la cabeza, tal vez prefieras una taza de café a una pastilla. La cafeína regula la actividad cerebral permitiendo un flujo de sangre normal al cerebro, lo que alivia cualquier cefálea.
Es importante saber que el café no es considerada una sustancia adictiva como tal. Su efecto produce cierto bienestar en nuestro organismo, igual que el ejercicio. Esto quiere decir que, si lo consumimos moderadamente no tiene por qué representar un problema.
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Más allá de los beneficios físicos, a nivel emocional el café produce un placer único. Mi hora favorita para beberlo es por la mañana; moler los granos, percibr el olor por toda mi casa y arrancar el día complementándolo con un buen desayuno y una rutina de ejercicio.
Siempre existirán mitos alrededor de todo lo que comemos, pero yo siempre he dicho que no hay que privarse de estos placeres siempre y cuando los consumamos de manera responsable. Así que ¡salud! por esas tazas de café que hacen las mañanas más deliciosas.
