Cuando se piensa en ballet, por lo general viene a nuestra mente la famosa obra de Tchaikovsky, sobre la princesa enamorada y convertida en un cisne. Pero más allá, si pensamos en las bailarinas, pensamos en una mujer muy delgada, alta y blanca y generalmente, rusa. Incluso para una de las nuevas estrellas del ballet, y según TIME, una de las 100 personas más influyentes del 2015, Misty Copeland.
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El Lago de los Cisnes no era algo que viera en mi futuro, pensando en el protagónico. Es algo que está tan arraigado en la cultura del ballet, incluso en nosotras como bailarinas. Te imaginas un cierto tipo de persona en ese papel, así que es increíble poder ser un cisne café.
Esta fabulosa bailarina, lleva algunos años haciendo historia, ha escrito un libro autobiográfico y lleva varios años siendo prima ballerina del American Theatre Ballet, desde el 2007 (y desde ese entonces haciendo historia). Aún formando parte de una de las compañías más prestigiosas de ballet del mundo, Misty no veía claro si alguna vez bailaría el papel de Odette y Odile. El lago de los cisnes, como ella afirma, es lo más alto a lo que se puede aspirar en el ballet.
El camino de Misty no ha sido fácil: creció con su madre y 5 hermanos en los límites de la pobreza y muchas veces viviendo en moteles. El baile vino para ella como un escape y de pronto se convirtió en una hermosa oportunidad para hacer una carrera. Hay que tener en claro que la joven de 32 años no es la primera bailarina afroamericana en tener un papel importante, la precedieron bailarinas como Raven Wilkinson, sin embargo, ella nunca bailó el Lago con una compañía de ballet tan reconocida a nivel mundial.
Misty le dijo al Washington Post algo muy importante sobre su aprendizaje:
Pertenecer a algo no debería significar que te ves como todos los demás. Quieres sentirte aceptada, pero no tienes que verte como los que te rodean, no tienes que seguir exactamente el mismo camino que alguien antes de ti. Creo que esa ha sido mi experiencia: está bien ser diferente, pero es mejor ser único, eso te puede poner en tu propio camino.
Lo más hermoso no viene sólo en ser la primera, sino en buscar un cambio en la forma en que se rige el ballet, en cuestiones de discriminación y también muchas situaciones que se han heredado de la tradición, pues en sus propias palabras:
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[El ballet] debería estar abierto a que cualquiera sea parte de él
Felicidades a esta gran chica, habrá que seguirla de cerca. Próximamente bailará en Romeo y Julieta.