No tienen porqué ser grandes acontecimientos o eventos memorables; basta con un pequeño mensaje en el que expreses alguna cosa buena o positiva que te haya pasado durante el día. De eso se trata “el jarro de la gratitud“.
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Es una instancia personal que te regalas a ti misma y que puede cambiar la perspectiva con que miras la vida, y además, una idea que te ayudará a recordar que siempre podemos ver algo bueno, incluso en las malas situaciones.
Lo genial de todo, es que tú pones las reglas. Si quieres escribir una vez a la semana, puedes hacerlo. Si ya te gustó la idea, comienza a dejar un mensaje cada día, o incluso, más de uno por jornada.
El jarro de la gratitud nos obligará a detenernos un momento y generará que, de cierta forma, comencemos a crear momentos positivos ya que estaremos más conscientes.
No importa si esto pasa porque sabes que ya te propusiste cumplir con tu promesa; ya verás como cada día tienes más y más cosas positivas que agregar.
Al final del año, podrás vaciar tu jarro y leer todas las cosas que probablemente olvidarías si no las escribes. Yo ya me propuse poner en práctica esta idea y estoy muy entusiasmada con ver qué resultará.
Hay muchos diseños y formas creativas de hacerlo y puedes visitar Pinterest para darte ideas y hacerlo tú misma.
¿Y tú, te animas?