Un proyecto social de AMA y Bosch Arquitectos que cubre las necesidades de una comunidad llena de carencias, donde para ir a la escuela se tienen que recorrer muchos kilómetros.
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El diseño
Consta de tres módulos escolares que cuentan con administración, aula multifuncional y área de profesores; así como un módulo residencial, acomodados en torno a un patio central.
En el exterior existen patios cubiertos en donde se imparten actividades que conectan a los alumnos con su cultura y con el medio ambiente, como clases al aire libre, talleres de arte, de arcilla, artesanía, agronomía, crianza de animales, cultivos, entre otros.
Aunque los materiales que se utilizan son tanto vernáculos como modernos, el proyecto cuenta con un diseño estructural antisísmico. Todo se construyó con mano de obra local para de esta manera ayudar a los habitantes de la región.
El confort climático
Para lograr un punto perfecto de confort se aprovecharon todos los recursos naturales posibles, como el control de soleamiento, ventilación e iluminación natural, paneles solares en las salas de cómputo y reutilización de aguas grises y pluviales.
Me declaro una fiel admiradora de los proyectos sociales, pues la arquitectura debe estar al alcance de todos.