Hasta la persona más feliz y optimista del mundo puede despertar de mal humor. Puede ser que la noche no nos brindó un sueño reparador, o son muchas las preocupaciones que tenemos en la cabeza.
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Una de las cosas más placenteras que la vida nos entrega es la posibilidad de descansar y dormir; no sólo nos sirve para recuperarnos, sino que también es una posibilidad que tenemos cada día de cambiar la forma en que nos enfrentamos al mundo.
Aprovechando esta posibilidad, qué mejor que partir el día de buena forma y con una mirada optimista de lo que vendrá en horas más tarde. Aunque pueda sonar obvio o básico, podemos empezar agradeciendo que estamos vivos.
1. Bebe un vaso de agua con limón
Si tienes poco tiempo en la mañana, puedes dejarlo preparado el día anterior. Antes de tomar desayuno, bebe una taza de este preparado y verás como se regula tu digestión, metabolismo y sistema inmunológico.
2. No te saltes el desayuno
Esto es lo peor que podemos hacer, ya que empezarás el día sin energías. Además, al hacer esto, provocaremos que horas más tarde, queramos comernos todo lo que tengamos a mano. Lo mejor es comer algo sano, no muy pesado y natural.
3. Piensa en tus metas
No tienes por qué pensar en las grandes metas o sueños que tienes para tu vida, pero sí puedes pensar en las metas a corto plazo, y en qué harás ese día para lograr alcanzarlas.
4. Agradece por el nuevo día
Es fácil y no te quitará tiempo. Mientras vas camino a tu trabajo, piensa en lo afortunada o afortunado que eres de haber despertado sano y vivo.
Fuente: VivíSaludable