Cuando estaba en la preparatoria, descubrí muchas cosas de mí misma en las que, sin la experiencia que tengo ahora, no supe realmente actuar. Sin embargo, ahora entiendo que todo tuvo una razón de ser.
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Como éstas:
1. El amor no es eterno
En la escuela aprendí que, de hecho, el amor puede durar menos de un santiamén. Vamos, el amor puede ni siquiera llegar a los 2 meses aún con todo eso de “juntos por siempre.”
2. No es lo mismo amor que enamoramiento
No es lo mismo estar en una relación con alguien que te hace sentir segura, tranquila y feliz que un tipo que sólo te atrae. En especial, si no conoces demasiado bien a este tipo.
3. Las personas no son lo que parecen
La imagen de las personas no tiene nada que ver con quien realmente son. Y siempre hay una razón lógica por la cual no has tenido la oportunidad de ver más allá de su empaque como persona.
4. El patrón de la ex
Si alguien deja a la persona con quien tiene una relación por estar contigo, te dejará a ti cuando tengan una relación para estar con alguien más. O te dejará y luego regresará con su ex.
Cualquiera de ambas opciones.
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5. El patrón de la relación no formal
Si una persona no te quiere para nada serio, no habrá poder humano sobre la tierra que le haga cambiar de parecer a menos que él o ella lo hagan por sí mismos. Cosa que, en realidad, es bastante rara de ocurrir.
6. O es recíproco o no lo es
No puedes hacer que una persona te quiera, te ame o le gustes. Eso es decisión y percepción de cada quien. No puedes esforzarte por atraer al chico más guapo de la escuela si tú eres rubia y a él le gustan las morenas.
7. No puedes abrirte con cualquiera
Tienes que tener mucho cuidado con las personas de las que te rodean. No puedes confiarle tus secretos a cualquiera. No todos son tan buenos allá afuera y algunas personas, para sentirse mejor consigo mismos, son capaces de aplastarte emocionalmente.
8. Quien se va, es para bien
No vale la pena llorar por quien sale de tu vida. Y muchas veces ni siquiera lloras porque se haya ido, sino porque fue quien abandonó al otro primero. Y eso pesa bastante, pero aunque no lo queramos ver: no es desamor, es desorgullo.
9. No importa lo que los demás opinen sobre tu relación
Una relación es de dos personas y, a pesar de tener a ambas familias involucradas o incluso al mismo círculo de amigos, ningún otro comentario debe de importarles. En especial si son de alguien que no se preocupa por ninguno de ustedes.
10. Sé tu misma, habrá alguien que sabrá apreciarlo
Cuando somos preadolescentes o incluso adolescentes, la inseguridad nos carcome de cierta manera. Dudo que haya alguien que en su adolescencia fuese 100% seguro de sí mismo, aún estando rodeado de “amigos.”
Creo que toma tiempo y descubrimiento personal el lograr que la opinión ajena no te afecte. Al menos no tanto.
