Recientemente, tuve una entrevista de trabajo. Era el trabajo. Una de aquellas ofertas que has soñado durante toda tu vida y, sin embargo, en ningún momento, ves que sea posible.
PUBLICIDAD
El trabajo soñado que, con mucho esfuerzo, quizá me llegó antes de tiempo y que, además, tuve la gran desventaja de ahuyentar. Todo en una sencilla entrevista que, a decir verdad, yo creí que estaba saliendo muy bien.
Y fue justo esta cuestión la que lo arruinó. “Háblame de ti.”
Así es, cometí el gran error de hablar demás o de no enfatizar lo que importaba: mi experiencia, mis logros profesionales y, sobre todo, el porqué yo era la indicada para ese preciso trabajo. Y entre otras cosas, aquí hay una lista de las cosas en las que yo metí la pata:
1. No destacar tu experiencia
En realidad, mi mayor error fue justo esto. Hice toda una historia que creí digna de ser la respuesta a esa pregunta; sin embargo, nunca tuve la suficiente seguridad en mí misma como para demostrar lo mucho que he logrado en mi rubro.
2. No enfatizar en cifras
Sea cual sea tu trabajo, de tener evidencia e información en números, ¡hazlo! A las empresas les encanta. Y, además, es lo primero que les llama la atención de tus correos y demás escritos.
3. Explayarse demás
Es una pregunta simple. No la prolongues. Responde de manera concisa y objetiva, pero sí, adórnala un poco con un amplio y basto vocabulario. No tienes que escribirle una novela o inclusive una trilogía o saga para entienda el porqué tú mereces el trabajo.
PUBLICIDAD
4. Enaltecerlos a ellos y no a ti
En el momento en que te haces menos que ellos, ya perdiste. Sí, es una gran empresa y has deseado ese trabajo desde pequeña, pero no tienes por qué menospreciar todo lo que tú has hechos. Tú eres quien va a enriquecerlos a ellos.
5. Sacar flote tu lado sentimental
Si esa propuesta es justo la que has anhelado, seguramente serás víctima del lado sentimental que te nublará de enfocarte directamente en el punto. Ellos, sinceramente, no quieren escuchar cómo planeas llamar a tu mejor amiga desde la infancia y contarle lo ocurrido; ellos quieren hechos, realidades, metas, mejorías y una persona que no pierda jamás el sentido del profesionalismo.