En VeoVerde hemos hablado sobre la importancia del consumo consciente. Dejar atrás la vieja costumbre de comprar por comprar e inclinarnos sólo por lo que necesitamos; productos que sean locales y tengan coherencia con nuestro estilo de vida, prácticas e ideales. Seamos sinceros, ¿realmente lo hacemos?
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En este sentido, el Desafío VeoVerde de la semana es muy simple: preferir y apoyar a productores locales. Esto aplica no sólo en los alimentos, va más allá: ropa, utensilios, accesorios, joyería, decoraciones… Ustedes digan.
El famoso Mundo Moderno está lleno de facilidades y etiquetas. Los centros comerciales están inundados de marcas, que te ayudan a mostrar cierto estatus. Los supermercados explotan la tendencia hacia lo orgánico; importan alimentos, que son producidos en masa y se hacen pasar por orgánicos. Hasta el pan del día, hecho con harinas integrales y endulzado con pilonciollo, sabe mucho mejor que un pan empaquetado.
Por fortuna, en los últimos meses he notado que esa tendencia al consumo local va a la alza. Cada vez es más fácil encontrar productos locales de calidad, gracias a bazares, tiendas de consumo local y comercio justo; hasta podemos estar en contacto directo con nuestro proveedor de lechugas — porque cultivadas amor y cariño saben muy diferente.
Esta semana hagamos ese esfuerzo, demos un paso extra y elijamos productos locales. ¿Quieres un café? Antes de entrar a la cafetería de cadena, busca un establecimiento que utilice café local. Antes de dirigirte al supermercado, ve al mercado o busca un agricultor local. Con las galletas y los dulces, lo mismo… — y entre más natural, mejor.
Si queremos una vida más verde y sustentable, deberíamos crear este hábito. Demos un impulso a la economía local con acciones concretas y seamos un ejemplo para nuestra comunidad. Entonces, ¿aceptan el desafío de la semana?
Desafío VeoVerde. Cada lunes lanzamos una propuesta, pequeños cambios de hábitos y ajustes en nuestra rutina diaria, para llevar una vida en contacto y equilibrio con la naturaleza.