El día de ayer el secretario del Medio Ambiente, Juan José Guerra Abud, y el titular de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (PROFEPA), Guillermo Haro Bélchez, informaron que debido a que no existe contaminación mayor en el lecho y los márgenes de los ríos, no se realizará un juicio contra Grupo México, por lo que tampoco se les multará.
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Guerra Abud también declaró que únicamente si la minera no solventa sus irregularidades, es decir si no repara sus represos, que vertieron 40 millones de litros de ácido sulfúrico en los ríos, se le multara con 3 millones de pesos, cuestión que se lee risible para una minera que tiene un ingreso de 80 millones de pesos por hora.
Debido a todo esto el dueño de la minera German Larrea, ha decidido tomar en sus manos la responsabilidad de los daños causados, como ya lo había estado haciendo, y reparar todo aquello que haya que reparar en la zona, como cuando repartieron un garrafón de agua para 10 personas recién se enteraron del desastre.
La justificación de esta decisión de Haro Bélchez, también se apoyó en el hecho de que un juicio ambiental sería largo y cansado, y este tipo de arreglos expeditos, agiliza la reparación de los daños; y por si fuera poco, al hablar de la concesión de la minera, Haro cito la Ley Minera subrayando el hecho de que eso le corresponde a la Secretaría de Economía.
Como ya se había informado con anterioridad los derrames de Grupo México continúan, y siempre estos fallos se justifican, la vez pasada se dijo que el huracán Odile fue el causante del nuevo derrame. Inclusive cuando se afirmo que se dañarían especies endémicas y cuando se declaró por parte de especialistas que el daño tardará años en recobrarse, las autoridades mexicanas han optado por no realizar un juicio y agradecerle al señor German Larrea por ayudarlos a limpiar los ríos que contaminó.