Hasta hace unos meses era común ver la llegada de circos en Cholula. Paseando por las calles en su camioneta, anunciaban a los cuatro vientos las funciones, arrastrando jaulas con los animales más llamativos. Veías un jaguar, cansado, sediento, tal vez drogado, en un espacio diminuto, sin protección alguna más que unos barrotes. Así pasaba las tardes, siendo el atractivo visual para atraer a chicos y grandes.
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Esta fue la reputación de los circos, que por generaciones han trabajado con animales. Ahora se marca una tendencia, nacional y mundial, hacia la prohibición de animales en circos y otros espectáculos — claro, el tema pendiente es la fiesta brava —.
A partir de enero de 2015 estará prohibido el uso de animales en circos en el Distrito Federal. Desde ahora, algunas empresa circenses han tirado la toalla a la innovación, a la oportunidad de crecer como tradición y dejar atrás la violencia que ejercen hacia estos animales.
Estos animales, desde pequeños, son entrenados para actuar en números que van en contra de su propia naturaleza. Los elefantes son obligados a ser suertes en una sola pata, con punzadas. Grandes felinos, como los tigres, son entrenados para saltar en aros de fuego. Y bueno, eso es sólo una muestra de la violencia física y psicológica a la que están expuestos estos animales.
Recordemos la historia de Invictus, un oso que fue mutilado en su circo ambulante, que decidió que era mejor retirarle la mandíbula. En marzo de este año la Procuraduria Federal de Protección al Medio Ambiente (Profepa), lo rescató en compañía de otros dos ejemplares: un tigre de bengala con disfunción en extremidades y un león, al cual le habían retirado las garras y los colmillos.
Así, como Invictis, hay cientos de animales en todo el mundo, que sufren de violencia y crueldad. Ahora, ante la nueva ley, circos como el Atayde cierran sus puertas, esperando a liquidar a sus empleados. Culpan a la ley por la baja en sus funciones. ¿Se habrán preguntado si, tal vez, son cada vez más las personas que abren los ojos ante las prácticas de maltrato animal?
Posiblemente existan circos que den trato digno a sus animales, quiero creer, pero nada bueno sale a partir de la explotación a tal grado. Menos cuando deciden mutilar a sus propios ejemplares, “por seguridad”, “para que sea más fantástico el acto”. Ustedes digan.
Los circos tiran la toalla, no pueden imaginar un circo sin animales, cuando hay muchos ejemplos de estos, comenzando sólo con Cirque Du Soleil. Mientras tanto los animales esperan a saber su destino. Unos ya han sido canalizados a rehabilitación y serán enviados a santurios. Ahora queda en manos del gobierno y de las organizaciones, la enorme tarea de encontrarles un hogar digno a todos.