Las relaciones son complejas, siempre. Requieren de trabajo en equipo, amor y dedicación. No por estar en ellas tu vida se vuelve más sencilla, sino todo lo contrario. Y aunque el estar en una relación es complejo, eso no significa que la otra persona tenga el derecho de revisar tu teléfono, vigilarte, seguirte, manipularte y tratar de hacerte sentir mal sobre ti misma.
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Algo así le sucedió a Verónica, que se sintió llena de coraje tiempo después de que su relación abusiva terminara. Nos cuenta que es mucho más sencillo el estar dentro de la estadística de relaciones abusivas o violentas de lo que se cree. Y el no aceptarlo sólo las alarga, mientras que la víctima va perdiendo más y más poder sobre sí misma y sobre el rumbo de la relación. Es triste que tenga que llegar a extremos, antes de que la persona que es abusada diga basta. Vero nos comparte la carta que escribió a su exnovio, porque no desea que le suceda a ninguna otra chica.
D.
Hace mucho que pienso en esta carta, porque así también tardé en darme cuenta de lo destructiva que fue nuestra relación, aunque por mucho pensabas que sólo había sido así para ti. Es raro ver esos porcentajes de personas en relaciones dañinas, es raro pensar en Syd y Nancy y darse cuenta: yo estuve ahí, yo fui ellos. Que yo estuve en esa lista de gente que ha tenido una relación abusiva. ¿Lo has pensado? Estoy segura que no, porque seguro nunca te pasó por la cabeza que la dinámica entre los dos estaba mal, rota, podrida. Porque seguramente pensabas que yo fui la única que te hizo mal, y porque, dirás, nunca nada llegó a los golpes. Y yo te digo, hay muchas más armas que se pueden usar en contra de otros, y que lástima que no las conozcas, pues las usabas bien.
