Algunas creencias sobre la salud sexual femenina están tan extendidas, que no nos detenemos a analizarlas. Sin embargo, no todo lo que se dice y una otra vez es cierto. Por otra parte, la ciencia también se equivoca, y a veces muchas de las teorías científicas funcionan distinto en la vida diaria.
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Aquí algunos ejemplos, cosas que solemos creer, desmentidas por la ciencia. (Aunque, ya lo sabemos, la ciencia puede decir lo que ella quiera: a veces la experiencia es un muy valioso punto de partida.)
Mito 1: El período menstrual de las mujeres se sincroniza cuando viven juntas
Sabía que algunas chicas que conviven mucho o que viven juntas, hablaban de que sus periodos llegaban al mismo tiempo, pero no creí que el fenómeno estuviera tan extendido. De hecho, se en 1971 se realizó un estudio en la Universidad de Chicago, a cargo de la doctora Martha McClintock y resultó que sí: la cercanía física sincronizaba períodos, según los resultados de entonces.
Sin embargo, 20 años después, el antropólogo H. Clyde Wilson desmintió la teoría de McClintock y comprobó que tal sincronía era azarosa. ¿Qué pueden comentar ustedes? ¿Creen en la primera afirmación o en la segunda? De todos modos, no creo que una cosa o la otra cambie demasiado nuestra forma de percibir y vivir nuestros períodos.
Mito 2: Durante el período, tenemos más hambre y antojos que nunca
Muchas mujeres buscamos alimentos que no son precisamente light cuando estamos en nuestros días. A mí se me antojan cosas muy dulces, muchas harinas, es la perdición.
Sin embargo, en 2009, investigadores de la Universidad de Pennsylvania, comprobaron que nuestros antojos de ciertos alimentos, durante la menstruación y la menopausia, no son precisamente hormonales. O sea que son antojos y punto, de esos que llegan sin más, sin que haya causas identificables.
Mito 3: La menstruación atrae a los osos y los tiburones
¿Es en serio? Yo jamás había escuchado esto, es de risa, de comedia tipo Loco por Mary. Como pretexto, sirve para evadir campamentos o excursiones a la playa, por si necesitan.
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El mito se originó en 1967, cuando dos mujeres fueron atacadas por osos grizzly en Glacier National Park. Más tarde, en 2014, el parque publicó los resultados de un estudio, en que se afirma lo siguiente:
No hay ninguna evidencia de que los osos (negros o grizzly) se sientan atraídos hacia el olor de la menstruación. No por encima de otros olores humanos.
En cuanto a los tiburones, Eugenie Clark, especialista en estos animales, los escualos se muestran indiferentes ante este fluido femenino.
Mito 4: Las mujeres tenemos menos orgasmos que los hombres
Hay estudios que lo comprueban. Hace poco comentamos uno en que se afirmaba que las lesbianas tienen más orgasmos que las mujeres heterosexuales, aunque son los hombres quienes registraron índices más altos.
A pesar de lo anterior, Terri Conley de la Universidad de Michigan, encontró recientemente que las relaciones emocionales y comprometidas hacen que las mujeres tengamos tantos orgasmos como los hombres.
Vayan ustedes a saber. Yo estoy contenta con mi promedio semanal de orgasmos. Por otra parte, competir por ver quién consigue más orgasmos no parece tener mucho sentido. Prefiero mil veces uno telúrico que veinte pequeños o poco memorables.
Mito 5: Las mujeres alcanzamos el mejor momento de nuestra vida sexual después de los 30
Son muchos los estudios que comprueban que el sexo mejora con la edad, por lo menos para nosotras. Ya saben: nos sentimos más cómodas con nuestro cuerpo, tenemos menos tapujos, prejuicios, etcétera.
Mi vida sexual es mucho mejor ahora de lo que fue hace cinco o diez años, así que no me extraña la conclusión de la doctora Debby Herbenick, después de haber experimentado con mujeres en sus 30s y sus 40s:
La plenitud de las experiencias sexuales aparece a partir de los 40 años, cuando se goza de una mayor experiencia, creatividad y libertad.
Qué esperanzador.
Mito 6: Las mujeres siempre sangran y sufren al tener sexo por primera vez
Ni el himen es destrozado cruelmente por el pene ni lanza caudales de sangre durante la primera relación sexual. Hay mujeres que ni siquiera sangran al ser penetradas por primera vez. El himen es elástico, no se pierde (lo conservarás por el resto de tu vida) y la penetración puede darse a través de él.
¿Qué es lo que duele y sangra entonces? La vagina, que nunca antes había estado tan penetrada, tan activa. Y sobre todo, una penetración súbita, sin lubricación suficiente, a veces apresurada.
Échenle un ojo a este video, a propósito:
Mito 7: Es imposible embarazarse durante el período
Esto es terrible y confuso. Se supone que no se puede ovular y tener el período al mismo tiempo, ¿cierto? Que el período es el resultado de óvulos no fecundos. ¿Entonces? ¿Qué pasa aquí?
Sucede que, si tienes un período muy largo o un ciclo menstrual demasiado corto, existen pequeñas posibilidades de que una cosa se adelante a la otra, y quedes embarazada. Así que, ten cuidado, usa condones, usa anticonceptivos.