Wellness

Matrimonios en versión beta

Uniones que se puedan negociar y a plazo fijo son dos de las cosas que resultan importantísimas para los millennials.

El automóvil no está como uno de los puntos principales de su lista de prioridades. La generación Y,  es una generación que está cambiando los parámetros de muchas áreas de desarrollo, entre ellas el matrimonio y las relaciones interpersonales (ya hemos oído hablar de los neosolteros), eso es lo que el sitio de Time ha evidenciado, y lo que hoy queremos comentarte.

PUBLICIDAD

Para una generación criada en la tecnología, abrumados por la multiplicidad de elecciones y opciones, con una pérdida del temor de vivir sus vidas porque se dan cuenta que son parte de algo grande, el matrimonio no es algo que se piense con la misma intensidad que antes, ni se viva de la misma manera.

Una nueva encuesta, realizada a más de 1000 personas, reveló que las actitudes de los millennials hacia el matrimonio habían cambiado. Si bien se seguía engañando a través de Internet, los jovenes no piensan en sus relaciones como algo para toda la vida, sobretodo por el factor dado por la separación de muchos padres.

Matrimonio a plazo fijo

Otra cosa descubierta, fue que casi la mitad de la generación millennial (cerca de un 43%), dijo que apoyaría un modelo de matrimonio que implique una etapa de conocimiento de 2 años, y que después de transcurrido este periodo, el contrato pueda continuar o ser disuelto en búsqueda de otras personas. Vaya cosa.

Por otro lado, un 33% mencionó que estaban dispuestos a tener un matrimonio de 5 o 10 años, donde los términos después de ese periodo deban ser renegociados, y otros optaron por el método “presidencial”, donde los votos matrimoniales tienen una duración de 4 años, con la posibilidad de escoger a una nueva pareja a los 8 años. Aún más asombro.

En general, casi la mitad de los encuestados, con edades que iban de los 18 a los 49 años, y un 53% de los millennials, pensaron que las uniones matrimoniales deben ser renovadas y un 40% ya no creía en el “juntos para toda la vida”.

Estamos frente a una generación que cree que la vida es un trabajo en progreso, por lo que la idea de un matrimonio beta tiene sentido no por la evasión que muchos suponemos, sino por la agilidad y apertura al cambio que se tiene en estos días.

PUBLICIDAD

Lo beta no es novedad

La “monogamia en serie” es un concepto que la antropóloga Margaret Mead acuñó en la década de 1970. Este describía la posibilidad de tener una serie de matrimonios monógamos cada vez más frecuentes y por periodos muy cortos. Muchos estudiosos del tema piensan que las relaciones no debiesen durar más allá de 5 a 6 años, y que el “para toda la vida” es cada vez más imposible.

La importancia de la renovación de los votos matrimoniales está dada por las altas tasas de divorcios de la última década. No es que no podamos vivir juntos (las tasas de cohabitación han aumentado en un 1000% en los últimos 4 decenios), sino que no sabemos cómo compartir nuestros espacios, ni aprender a tener resguardados nuestros tiempos de soledad.

Los millennials lo saben, y los matrimonios en beta son solo elaboraciones de estrategias para tener un éxito asegurado en su futuro romántico, porque claramente desean estar enamorados.  Se podría afirmar que ven las cosas desde perspectivas mucho más frías y aterrizadas, donde el divorcio es una opción válida e incluso sana.

Todos somos conscientes de la importancia de mantener relaciones sanas, y si esta es una opción que permite conocernos más a nosotros mismos, y evitar pasar por cientos de conflictos, ¿por qué deberíamos dejarlo como algo descartado? ¿qué piensas tú? ¿Probarías un matrimonio en beta?

PUBLICIDAD

Tags


Lo Último