En las relaciones, a veces (o, más bien, muchas veces) las cosas no terminan nada bien. Sin embargo, ¿para qué fingir con frases de autoayuda como indirecta para terminar? Lo más importante, es no engañarte a ti mismo.
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Y aceptémoslo: en muchas ocasiones, no eres tú, ¡es tu ex! Así que si no sabes cómo terminar las cosas para siempre, bien podrías seguir estas técnicas:
1. Hacerle ver, en cambio, que sí es él y no tú
¿Para qué adornar las cosas con cortesías? Quizá la otra persona tampoco esté conforme, pero al menos tú tienes el valor de evidenciarlo y, más aún, terminarlo. Una relación sin futuro no va a llevarte muy lejos. Y, en el mejor de los casos, únicamente te está quitando tiempo.
2. Decirle abiertamente qué es lo que te molesta
En ocasiones, nos cuesta aceptar ciertos defectos propios que inclusive a nosotros nos avergüenzan. Sin embargo, cuando terminas con alguien, quizá le sirva a la larga que le des una pequeña retroalimentación constructiva acerca de ciertas conductas.
Ejemplo: “Es molesta tu manera de masticar con la boca abierta.” (Sí, es válido.)
3. Tomar la iniciativa de no buscarle después de una pelea
Muchas parejas, cuando comienzan a tener peleas fuertes, se saben en a punto de tirar la toalla. Pero, eventualmente, el uno extraña al otro y se buscan, se reconcilian, viven mejor que cuando comenzaron la relación y, al final, vuelven a tener otro conflicto aún más grave esta vez.
Inténtalo. No le busques. Sánate por dentro (porque terminar una relación, siempre deja heridas) y sé autosuficiente.
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4. No ignorarlo, a menos que se ponga molesto
No tienes por qué dejarlo en visto o evitarlo. Esto puede darle el mensaje equivocado, él podría entender que quieres que te ruegue, ya que existe aún otra oportunidad. Si estás decidida, respóndele las cosas como son.
No tienes por qué ser grosera e ignorarlo. Finalmente, ustedes ya no son nada.
5. Ser clara
Si nada de esto te funciona o te topas con la casualidad de que tu ex quiera saber (si es que aún no lo deduce) el motivo por el cual terminaron, díselo. Dile claramente las razones por las que terminaron sin temor a ofenderle.
Obviamente, de una manera amable, pero siempre sincera.
