En el camino de ser personas autosuficientes hay lapsos en que la ejecución de algunas actividades no depende de nosotros. En estas situaciones lo que nos resta es dejar que las cosas funcionen en las manos de quienes corresponde resolverlas. Son los tiempos de esperar: puede ser unos minutos, horas, días o meses.
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He ahí una sala de espera de un hospital, un movimiento bancario, una consulta médica, un trámite gubernamental, un vuelo retrasado, un café con un amigo que llegará tarde, la atención en un restaurante que está al tope de comensales, etcétera.
A veces tenemos disposición, a veces sentimos que hacen un mal uso de nuestro tiempo, pero si no queda más remedio habrá que tomárselo de buena gana. Paciencia para tolerar, paciencia para sembrar, paciencia para fluir. Aquí algunas recomendaciones para no desesperarse:
1. Reserva tiempo suficiente
Cuando sabes que habrá una espera de por medio, destina el tiempo pertinente y un poquito más. Apúntalo en tu agenda un día que no interfiera con un evento urgente. No puedes armar un itinerario estricto cuando no depende de ti la tardanza.
2. Recopila información
Todos los datos que puedas tener son súper útiles: testimonios de quienes han pasado por la misma situación, información de horarios, de las personas o departamentos, vías de acceso, organigramas, los requisitos ya sea en canales oficiales o informales, así como prever alguna eventualidad que pueda surgir. Entre más informado estés existe la posibilidad de mayor agilidad.
3. Llévate un libro
Los tiempos muertos en esta clase de espera son los mejores para leer. No se trata de hacer algo para entretenerse o combatir el aburrimiento, sino de sacar provecho de la espera, hacer algo en la medida productivo. Ideal también para las personas que gustan de tejer o escribir.
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4. El que se enoja pierde
Trata de mantener la serenidad, de nada sirve desesperarse. No por mostrarte incómodo se resolverá tu caso por arte de magia, deja que las cosas fluyan a como imperfectamente tienen que hacerlo. Aunque te enojes, tú no hiciste las reglas.
5. Respeta a los demás que también esperan
Seguramente no eres el único que pasa por la misma situación y deba esperar. El tiempo de los demás vale lo mismo que el tuyo, en estos casos nadie es más ni es menos. Así que nada de hacer trampa, querer saltarse un escalón o una persona: respeta a los demás.
Cuánta razón tienen los que dicen que la paciencia es una gran virtud, también aplicable en el amor, supongo. ¿Cómo haces tú para hacer más llevadera la espera?