Hay muchas razones por las que confiar en alguien no puede serte fácil. Generalmente, una amiga que te decepciona puede hacerte cambiar la manera en que aprecias a tus amistades; un ex que te engañó puede hacerte cambiar la manera en que te compartas en una relación.
PUBLICIDAD
Sin embargo, hablar de falta de confianza, son palabras mayores. Una persona puede dudar desde su novio, hasta su madre e incluso su ginecólogo. Cuesta bastante decir que, prácticamente, sólo su idea es la verdad absoluta.
Y he aquí 10 señales más de que tú podrías convertirte en esa persona:
1. Quisieras saber las contraseñas de tu pareja o los números de sus amigos
Te gustaría ver la bandeja de entrada de mensajes de tu pareja o saber si realmente está con sus amigos cuando te dice que saldrá con ellos. Sientes que te miente incluso sin tener las pruebas a ciencia cierta.
2. Dudas de los médicos y profesionales
Ya sea para bien o para mal. No crees tener X déficit de X vitamina ni tampoco crees estar 100% bien porque van días que sufres de un pequeño dolor de cabeza que bien podría ser un indicio de alguna enfermedad grave.
3. No crees que tu novio esté solo
Cuando tu novio va por las compras o está viendo alguna película en su departamento, tú puedes incluso llegar a pensar que está con alguien. No son celos, sino mera sospecha.
4. Eres una profesional del stalking
Facebook, Twitter, WhatsApp y hasta Tumblr. Tienes más de un truco bajo la manga para hacer como si nunca hubieses visitado el URL en cuestión, pero tu malhumor te delata.
PUBLICIDAD
5. Cuando las cosas van mal, te consuelas contigo misma
Dudas del apoyo que otros te puedan dar y prefieres guardarte tus opiniones y las situaciones que te ocurren por temor a ser juzgada en una índole algo más sensible de tu vida. Prefieres llorar, tú sola, que en un hombro de alguien que te quiere.
6. Te cuesta ser amable
Y no es que seas grosera, sino que no te es fácil ser amable con un extraño que pueda hacerte daño o tratarte de la manera contraria. Te gusta ser justa. Y si tratas bien a alguien, esperas que sea recíproco.
7. Eres muy estricta con tu privacidad
No te gusta que nadie toque tus cosas. Y mucho menos sin tu supervisión. Te gusta tener tus pertenencias donde sólo tú sepas para que sólo tú puedas usarlas, en dado caso.
8. No usas Snapchat
La red social más popular para el sexting no es tu fuerte. Temes enviar una fotografía mala de ti y que la persona que la reciba, la guarde en su carrete para usarla en tu contra. Es más, lo tienes por seguro.
9. Sabes que los anuncios son falsos
No confías en ningún producto. Sabes que todo lo hacen para vender. Y, de hecho, no pides tampoco una recomendación al respecto porque cada cuerpo es diferente, y lo más seguro es que no te funcione a ti.
10. Separas a tus amigos de tu familia
No quieres que tus dos círculos sociales se junten. Para ti son tus amigos y tu familia muy aparte. Temes que pasen de ti y, cuando tú no estés, hablen acerca de sus experiencias con respecto a ti.