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Los animales exóticos no son mascotas [Ser Consciente]

Ahora que el gobierno está realizando inspecciones en tiendas de mascotas para evitar el comercio ilegal de animales silvestres, nosotros debemos poner de nuestra parte dejando de comprar.

Crecí en Villahermosa, Tabasco — en el sureste de México —, rodeada de naturaleza y animales; no hablo precisamente de mis perros. Viví por un tiempo en una colonia que años atrás era un pantano. Recuerdo que por las mañanas todos los padres de familia revisaban las llantas de sus autos para cerciorarse que no hubiera alguna boa enredada. Claro, nosotros invadimos su hábitat natural.

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Una tarde nos reunimos a estudiar en casa de un amigo, a unas cuantas cuadras de su casa. Más que estudiar para un difícil y largo examen de matemáticas, nos invitó para presentarnos a su nueva mascota: la güera, una boa. Sí, como esas que a veces visitaban el frente de mi casa o se encontraban en mi jardín. Tabasco, al fin de cuentas, era su hábitat. A los dos días, la güera se escapó.

En la universidad, ya en Puebla, tomé clase de Documental y en una asignación decidí explorar el tema de los animales exóticos como mascotas. Entrevisté a biólogos, veterinarios y al encargado de una tienda de mascotas que tenía una gran cantidad de animales a la venta, desde loros gris africanos hasta grandes felinos como un jaguar; desde escorpiones importados hasta ualabíes.

Obvio, dicha la tienda no sobrevivió ni un año a pesar de “contar con todos los documentos de los animales”, como todas dicen.

El comercio de animales exóticos como si fueran mascotas no sólo pone en peligro a estas especies, sino vulnera el equilibrio de la fauna local. Estas especies introducidas por la mano del hombre pueden alterar todo un ecosistema. Por otro lado, estos animales no reciben un trato digno; se les pone un precio, toda su vida encerrados, como si fueran objetos de exhibición, cuando deberían ser libres.

En estos últimos meses, la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (PROFEPA) ha realizado operativos en tiendas de mascotas para revisar que todos los ejemplares tengan sus documentos en orden y se encuentren en condiciones óptimas. A principios de este mes, el organismo clausuró un centro de distribución de la empresa +Kota, asegurando a 187 animales silvestres, entre guacamayas, loros, cacatúas, geckos, tarántulas y erizos africanos, además de 130 iguanas verdes.

Esta semana, PROFEPA realizó otro operativo de inspección en 30 distribuidoras de la misma empresa, en 26 estados de la República, todas con irregularidades, violando a la Ley General de Vida Silvestre y a la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (Cites). Se aseguraron un total de 258 animales silvestres en los diversos operativos. El mensaje es claro.

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[PROFEPA] seguirá vigilando e inspeccionando las instalaciones de esta empresa y otras comercializadoras de fauna silvestre, a fin de garantizar el cumplimiento de la ley ambiental vigente en el comercio de vida silvestre en México, ya que actualmente el comercio ilegal de fauna es una de las principales causas de extinción de especies.

Por fin el gobierno ha tomado cartas en el asunto, pero mientras vigilan una sola empresa — de la cual han recibido una gran cantidad de denuncias, hasta por maltrato animal, existen otras empresas, tiendas y mercados que tienen a la venta animales silvestres. Hasta en las calles y carreteras encuentras alguna persona ofreciendo animales silvestres (o domésticos).

¿Por qué las personas se interesan por estos animales?, ¿por qué tener a un par de tucanes encerrados en una jaula, cuando deberían tener una vida en libertad?, ¿por qué tener una cacatúa blanca?, ¿sólo para exponerla como un trofeo?, ¿quién decide el precio de estos animales, cuando en principio no son del hombre?, ¿la persona está capacitada para darle todos los cuidados requeridos? Y las preguntas siguen.

De acuerdo a PROFEPA y a la Secretaria de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT), algunas de las especies más comercializadas que se encuentran protegidas son: guacamaya roja (Ara macao), guacamaya verde (Ara militaris), tucán pecho amarillo (Ramphastos sulfuratus), mono araña (Atteles geoffroyi), tarantulas patas rojas (Brachypelma smithi), boa (Boa constrictor).

Tener un animal en casa no es un juego, no es un triunfo, ni un trofeo que presumir. Se debe asumir el compromiso de ofrecerle todo lo que necesita para tener una vida sana. En el caso de las especies amenazadas o en peligro, el comercio significa su segura y lenta desaparición, dentro de un círculo vicioso de la explotación.

Así como el gobierno está actuando, nosotros tenemos en nuestras manos actuar. Evitemos la compra de animales silvestres hablando de la situación y todo lo que implica con nuestros conocidos, denunciando las tiendas que tengan a la venta estos ejemplares, denunciando la posesión de estos a las autoridades correspondientes. Entre todos podemos velar por la vida digna y la protección de estos animales.

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