El planeta Tierra está equilibrado del tal manera que no hay ningún animal o planta que moleste a los demás habitantes del espacio en el que se encuentra. Sin embargo, debido a que el ser humano a desplazado algunos animales a ecosistemas que no le pertenecen y el resultado resulta catastrófico.
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Las especies invasoras representan un gran peligro ya que son capaces de desplazar y poner en peligro las especies endémicas, al competir con ellas por espacio, alimentación, por depredarlas y a veces incluso cambia el lugar por estas mismas razones.
En Chile, existen 128 especies invasoras, entre animales, insectos y plantas, que se encuentran principalmente desde la Región Metropolitana hacia el sur. Uno de los peores casos es el de los perros salvajes, quienes atacan y transmiten enfermedades a los guanacos y huemules, mermando la población de un animal que ya está en peligro de extinción.
“En Chile tenemos especies invasoras y las características de invasión varían según las características del sitio. Hay algunas que si en un lugar son inofensivas en otros pueden causar daños imprevisibles”, dijo el Gerente de Áreas Protegidas de la Conaf, Andrés Meza.
La llamada cascada trófica, una serie de efectos indirectos amplificados que los animales que están en la cima de la cadena alimenticia ejercen sobre aquellos organismos que están en niveles inferiores, se ve alterada cada vez que un animal externo es insertado a la fuerza.