Hay una tendencia nutricional que inició hace ya varios años y que se basa en el mayor consumo de antioxidantes. Desde entonces escuchamos antioxidantes por aquí y por allá, comenzamos a comer más moras azules, manzanas, cerezas y todo lo que escuchamos que contiene muchas de estas sustancias, porque nos pueden hacer bien, pero en realidad no sabemos bien qué son o qué hacen.
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Pero eso ya no va a ser ningún problema porque te lo vamos a explicar lo más claro que sea posible.
Qué son
Los antioxidantes son químicos que pueden prevenir o hacer más lento el daño celular. Un antioxidante no es una sustancia, es más bien un comportamiento celular. Cualquier compuesto que puede donar electrones y contrarrestar el daño de los radicales libres tiene propiedades antioxidantes.
Los naturales los encuentras principalmente en frutas y vegetales, plantas marinas y algunos pescados y mariscos que comen plantas marinas. Hay miles de compuestos con estas características, pero los más comunes son la vitamina A, C, E, beta-caroteno y el licopeno. Los antioxidantes también se pueden producir de forma artificial y ser consumidos a manera de suplementos.
Qué son los radicales libres y por qué nos dañan
La exposición al oxígeno, u oxidación puede “romper” los átomos, así que quedan con electrones sin par. Esto los vuelve un peligro químico suelto. Estos chicos malos, llamados radicales libres, siempre están buscando electrones sueltos para estabilizar sus átomos. Los radicales libres se agarran de los electrones de otras células, lo cual causa una reacción en cadena de más radicales libres. Robar electrones cercanos, significa que la célula de j unto pierde algunos electrones y se convierte en un radical libre. Algo muy cansado.
No es buena idea dañar la estructura de una célula, más si en este estrés oxidativo se dañan células que contienen ADN. Este proceso está relacionado con graves enfermedades como cáncer, problemas del corazón, diabetes, artritis, fibromialgia, Parkinson, Alzheimer, enfermedades autoinmunes, declive cognitivo, y problemas en los ojos como la degeneración macular.
Qué hacen los antioxidantes
Se encuentran en la primera línea de defensa que el cuerpo emplea para mantener a los radicales libres sin hacer demasiados destrozos. Es decir, previenen el daño a las células, ya que pueden donar electrones para que estos no los roben de las células a su alrededor. Así mismo, los antioxidantes pueden ayudar a reparar el daño celular causado por estos chicos malos.
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Las malas noticias
Hay poca evidencia científica de que los antioxidantes nos protegerán de problemas en el corazón o el cáncer. Por ejemplo, algunos estudios sugieren que consumir beta caroteno adicional pueden aumentar el riesgo de cáncer de pulmón en los fumadores. Y algunas pruebas en pacientes con cáncer que toman suplementos de antioxidantes durante sus tratamientos tuvieron resultados peores. En una prueba aleatoria, las mujeres que consumían antioxidantes en suplementos tenían mayores índices de cáncer de piel que aquellas que no lo habían hecho.
Algunas investigaciones han concluído que sólo tienen efecto de placebo. También se ha comprobado que no todos los radicales libres son malos para la salud. El cuerpo necesita una cierta cantidad de estos para deshacerse de células cancerígenas y bacterias, entre otras cosas. Tomar demasiados antioxidantes puede evitar estos comportamientos benéficos de los radicales libres, de todas maneras causando enfermedades.
Aunque no sabemos exactamente cómo los antioxidantes que provienen de la naturaleza afectan a las enfermedades, una dieta con muchas frutas ricas en antioxidantes, vegetales y granos siempre será beneficiosa.