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Manual de buenos modales para el texting

El “código de ética” que todo usuario activo de aplicaciones de mensajería instantánea debería seguir.

En la actualidad, la mayoría de las comunicaciones se efectúan vía texto. No sólo personalmente, sino también en el ámbito profesional.

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Sin embargo, aun quitando el revuelo que se sabe que causa en las relaciones, las aplicaciones de mensajería instantánea deberían incluir un cierto “código de ética” a seguir para evitar estos errores más comunes:

Las aplicaciones de mensajería instantánea no son románticas. Aceptémoslo.

A la vez que se les puede dar un buen uso para mantener una relación a distancia, en ocasiones nos topamos con una decepción bastante polémica: la leyenda urbana del “OK.”

En mi opinión, las aplicaciones de mensajería instantánea deben ser concisas, precisas y, en algunos casos, sin dar tanta importancia a un monosílabo. (Para esto, claro, deberíamos evitar enviar una novela de 300 páginas a cambio.)

Imagen pública al alcance de todos

Sin temática sexista, una selfie masculina no es tan bien aceptada socialmente como las de nosotras.

Inclusive, podemos llegar a tener ciertos juicios ante una camisa desabotonada y un Rosario en una foto de espejo. O peor aún: más duckface que tu mejor amiga.

Estrategia publicitaria y profesionalismo

En estas aplicaciones no sólo nosotros obtenemos beneficios, sino que también las empresas (más que nada, clubs sociales) han sabido estar al contacto de su clientela por este medio por parte de un representa de RP. Sin embargo, el gran contra es cuando éste hace uso personal de la misma cuenta de la empresa.

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Lejos del spam, se ve muy pobre como imagen cuando la coquetería subliminal y estratégica rebasa la picardía.

Cadenas, grupos o como quieran llamarles

Además de que con frecuencia eres agregado a estos sin razón, en ocasiones los mensajes de grupo ni siquiera son “de grupo.” Serían muy útiles de tener índole estrictamente colaborativa; no obstante, al revisar tu celular te topas con 52 notificaciones de una conversación (para nada seria) que sientes completamente ajena.

Y, encima, por presión social, a veces te es difícil abandonar el grupo.

Agregar a alguien que no conoces

Algo tan simple se convierte a veces en una verdadera historia de terror.

En nuestro caso, puede llegar a ser un ridículo enviándonos fotografías altisonantes a nuestros ojos o incluso un hombre que utilice la misma línea cada que nos inicie la conversación. Pero en ocasiones resulta parecernos muy incómodo el hecho de que alguien (casi siempre poco atractivo ante nuestros ojos) invada nuestra privacidad de esa manera.

O tu teléfono o socializar

Cuando van a una fiesta, muchas se preguntan por qué no han tenido suerte en conocer a alguien (para meramente agrandar su círculo de amistades). Sin darse cuenta de que en toda la noche han levantado la vista de la pantalla de su celular.

Esto, irónicamente, intimida a los hombres. Quizá sienten que, dicho coloquialmente, “estás en otra cosa.”

Sí, el drama de la última conexión

A decir verdad, quizá este tema ha estado ahí desde el inicio de los tiempos.

Aun cuando nuestro medio de comunicación virtual era sólo el e-mail, teníamos esa sensación de que, popularmente dicho, “nos dejaban en visto.”

Sin embargo, es importante tomar en cuenta que a veces no sabemos qué contestar de momentos y, sobre todo en índole profesional, tardamos en idear una buena respuesta. (Inclusive más en índole personal, creo yo.)

Tomar en cuenta ese aspecto y, claro, los siguientes:

  1. No agregar a alguien a un grupo demasiado informal.
  2. Incluir cierta calidad en tu selfie.
  3. Ser completamente profesional si así tu posición lo amerita.
  4. Las aplicaciones de mensajería, exceptuando las relaciones demasiado personales, deben ser concisas, precisas y, a simple vista, incluso un poco “cortantes.” Los argumentos de mayor importancia, deberían enviarse vía correo electrónico.
  5. No agregar a un desconocido sin su consentimiento.
  6. Bloquear en caso de ser necesario.
  7. En un lugar público en plan de convivencia, deberás no tomarle más atención al aparato que a la persona que tienes enfrente.
  8. No enviar novelas de más de 300 páginas (o palabras) vía WhatsApp, Telegram, Hangouts, LINE, inbox e incluso Viber.

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