No es casualidad de repente poder percibir todo bonito. El amor es un filtro que, una vez que lo instalamos en nosotros, puede convertir cualquier situación en algo que llene tu corazón y tu mente de cosas positivas. Sea cual sea tu realidad.
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Una mujer enamorada es la que puede ver a través de ese filtro, la que sabe que no importa el ‘mood’ con el que haya despertado, ella quiere sonreír, con ella y con los demás. Una mujer enamorada de la vida, de la gente, de su dualidad; lo mejor y lo peor de ella, es la que te da inesperadamente y sin razón alguna, es la que comparte lo mejor de ella con la gente sin importar el lugar que ocupe en su vida.
Una mujer enamorada de la vida es la que pide perdón y perdona, porque sabe que el orgullo y el rencor se comen al tiempo, y el tiempo es todo lo que ella tiene para estar, para ser, para compartir. Una mujer enamorada de la vida sabe que no es perfecta, ni ella ni nadie, acepta las cosas que no le gustan del mundo, de su intimidad, y no lo esconde. Se equivoca, se cae, llora, se enoja con el mundo y a veces lo ignora, pero resiste porque sabe lo que la hace fuerte, va por eso que la impulsa para seguir caminando entre las cosas que la lastiman.
Una mujer enamorada es capaz de reconocer en ella esa parte que le impide crecer, que ha dañado y que ha destruido por malas decisiones, por las consecuencias de sus actos. Se reconoce, se deshace y se reconstruye las veces necesarias sin miedo.
Una mujer enamorada se pierde, muchas veces, en el falso encanto del mundo, pero lo disfruta. Es capaz de llevar al extremo sus emociones para que todo lo que está a su alrededor la sienta y la viva completa y plenamente como es.
Una mujer enamorada sabe que el filtro del amor con el que percibe las cosas se debe limpiar de vez en cuando; con libros, con música, con un buen cocktail, con un beso apasionado, con risas, con el abrazo de su familia y sus locuras. Conoce lo que la bloquea y sabe cuándo detenerse y alejarse de lo que se queda atascado en ella para no dejarla sentir. Y cada vez que se recupera y se limpia, avanza con más fuerza, con más vida.
Una mujer enamorada sabe que la vida la pondrá a prueba muchas veces con engaños, con máscaras, con decisiones, pero nunca dejará de creer en su capacidad de dar, en lo que merece y se gana.
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Todas somos mujeres enamoradas. Todas tenemos la capacidad de limpiar ese filtro para ver un mundo mejor, para vernos mejor. Todas proyectamos lo que se queda en nosotros, somos poderosas por el simple hecho de tener el amor suficiente para hacer que este mundo siga recibiendo vida. Tenemos la enorme responsabilidad de transformar el mundo, de llegar a los corazones de las personas. Toda mujer enamorada es 100% capaz de transmitir la alegría, el amor y la paz en todo lo que existe.
Levántate de donde estés, busca eso que limpia tu filtro, no importa lo que sea, empieza a hacerlo y empieza a sentir cómo las cosas se ven diferentes. Sorpréndete de cada detalle que vayas descubriendo de ti, de lo que está afuera. Enamórate de tu vida, porque es la única forma en la que vas a permitir que el amor de afuera quiera quedarse a vivir contigo.
“En todo caso, el amor te hace guapa”