Con el paso del tiempo, la práctica del Yoga se ha adaptado al entorno donde se practica. Mientras que en India, cuna de esta disciplina milenaria, se encuentran estilos “clásicos” como Hatha, Ashtanga, Iyengar y Vinyasa, en Occidente se han creado un sinfín de estilos que cubren las necesidades del practicante en el Mundo Moderno.
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Así encontramos un estilo que incorpora elementos de danza y artes marciales; otro que rescata las bases de las escuelas clásicas; otro método que, además de posturas, incluyen devoción, compasión, meditación, la práctica del veganismo; también existe la opción de practicar posturas en un cuarto caliente; hasta existe una nueva tendencia de practicar Yoga con tu perro.
Al final esta enorme paleta de opciones o sabores en el universo se reducen en uno sólo objetivo: vivir una práctica que te guíe en el camino de la felicidad, con un equilibrio físico, mental y espíritual.
Como alguna vez le comenté a Ana, hay estilos para todos, dependiendo de tu edad, condición física, si tienes lesiones. En el camino hay que aprender a escuchar a nuestro cuerpo y ser consciente de lo que necesita. Entonces, ¿cuál es el estilo ideal para ti?
Vinyasa
La práctica de Vinyasa incorpora el control de la respiración y el movimiento, en una secuencia de asanas o posturas. Es base para otros estilos que se han desarrollado con el paso del tiempo.
Dentro de la Vinyasa puedes encontrar sesiones suaves, otras más intensas y dinámicas. Por lo regular una sesión se conforma de saludos al sol A y B, secuencia de pie, secuencia de piso, arcos, inversiones y relajación. Tu guía es la respiración.
Este es un estilo para ti si ya tienes bases en Yoga, por lo menos conoces las posturas básicas. Si tu primer acercamiento a Yoga te aburrió — sí, he escuchado a muchas chicas decir esto —, intenta una clase de Vinyasa, prueba con diferentes maestros, hasta que encuentres el que se acomode más a lo que buscas.
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Ashtanga
Una práctica dinámica e intensa, con secuencias creadas por el maestro K. Pattabhi Jois — discípulo directo de Krishnamacharya, a quien se le considera el padre del Yoga moderno.
El Ashtanga es un sistema que cuenta con series de posturas que van de acuerdo al nivel de práctica. La primera serie se le conoce como Yoga Chikitsa, el yoga de la salud o yoga terapéutico. La segunda serie, Nadi Shodhana, serie intermedia o de purificación. Por último, Sthira Bhaga, que conforman 3 series avanzadas que se centran en el fortalecimiento del cuerpo.
Existen varias formas de guiar una clase de Ashtanga. Hay maestros muy tradicionales que guían y ajustan, otros buscan una práctica muy intensa y rítmica, quienes te piden que sigas el ritmo de tu respiración. Lo más importante con la práctica de Ashtanga es que seas muy consciente de tu cuerpo para evitar lesiones — en especial, cuidado con las rodillas.
Este estilo es ideal para ti si buscas una práctica intensa, que te rete y te lleve al límite. Es ideal si lo intentas después de 6 meses de práctica en Hatha o Vinyasa.
Kundalini Yoga
Se considera una escuela paralela del Hatha, con influencias del tantra y del culto a la Divina Madre o Shaktismo. Su práctica se enfoca al despertar de la energía kundalini, a través de la práctica de meditación, el control de la respiración, el canto de mantras, posturas y kriyas.
Es una práctica de Yoga muy consciente del cuerpo sutil por el cual fluye la energía. Se busca la limpieza de los canales de energía o nadis, la meditación a través de los chakras, las posturas de manos o mudras, la devoción y el servicio desinteresado.
Aunque todos podemos comenzar una práctica en Kundalini, este estilo se considera un camino de vida, que busca alcanzar la pureza del cuerpo, mente y corazón. Debes cuidar tu cuerpo con una alimentación lo más natural posible.
El Kundalini es un estilo indicado para ti, si buscas una práctica más espiritual, que sea un nuevo estilo de vida.
Iyengar Yoga
“Los asanas penetran profundamente en cada capa del cuerpo y en última instancia en la consciencia misma.” B.K.S. Iyengar
Un sistema de Yoga creado por Guruji Iyengar — igual, discípulo directo de Krishnamacharya —. Su base se encuentra en el Hatha Yoga, la práctica de posturas individuales; sólo que en Iyengar dan mucho énfasis a la precisión anatómica, al detalle de la postura — hasta los poros de la piel deben sentir y vivir la postura.
Cada sesión se trabajan aproximadamente 10 posturas a profundidad. El maestro te guía con acciones muy precisas: durante la entrada de la postura; te enseña a mantener el trabajo alcanzado — si necesitas ajustes, lo hace a cada uno de los alumnos —; y salir de la postura, de manera que todo el proceso sea seguro y sin lesiones.
La palabra clave en Iyengar Yoga es control. Con esta práctica aprendes a tomar consciencia de tu cuerpo, hasta el más pequeño detalle; observas la respiración, la alinación, la activación de los músculos correspondientes. Un estilo indicado para ti si quieres pulir tu práctica o si quieres evitar lesiones.
Hay una variación de esta escuela que se dedica a Yoga Terapéutico, para personas que sufren ciertos padecimientos.
Bikram Yoga
¿Yoga en un cuarto caliente? Este estilo fue creado por Bikram Choudhury y se popularizó a principios de la década de 1970. Es una secuencia de 26 posturas específicas, que se repiten tal cual en cada práctica.
Una sesión de Bikram dura 90 minutos, en un cuarto con características muy específicas: mantiene una temperatura constante de 40º centígrados y 40% de humedad. Durante este tiempo se practica la secuencia de asanas que incluye también dos ejercicios de respiración.
El Bikram trabaja en niveles distintos que otros estilos, por el entorno donde se practica. Mejora el flujo de la sangre, ayuda a que el cuerpo sea más flexible y desintoxica a través del sudor. Es un estilo muy popular que, a la vez, ha sido el blanco de polémica por las acciones de su creador — pero eso es un tema aparte.
Bikram es un estilo ideal para ti, si buscas purificar el cuerpo de manera integral. Como consejo, escucha a tu cuerpo y mantente hidratada.
Jivamukti
Este método fue creado por David Life y Sharon Gannon en 1984, quienes guían a todos sus practicantes desde su sede en Nueva York. Es un estilo que incorpora las posturas, con el movimiento de la Vinyasa, para hacerlo vigoroso.
La práctica de asanas se complementa con la práctica de devoción, ahimsa o no violencia, música, meditación y el estudio de textos como Yoga Sutras, el Bhagavad Gita y los Upanishads.
Dentro del Jivamukti existen distintos tipos de clases:
- Abierto, que se centra en el enfoque del mes escrito por Sharon Gannon, hay cantos, reflexiones, música y práctica.
- Básico es una inmersión donde aprendes las posturas y las variaciones, para después continuar a otro tipo de clase.
- Spiritual Warrior, que son sesiones pensadas en personas que sólo pueden practicar una hora.
Algo que me llama la atención del Jivamukti es la práctica ética desde la no violencia. Esto incluye la adopción del veganismo, ser activista social, medio ambiental y luchar por los derechos de los animales. Puedes comenzar con las asanas, pero si buscas un camino hacia la devoción y la no violencia, es una gran opción para ti.
Prana Flow
“Embrace the flow and allow the Prana to guide you” Shiva Rea
El yoga te enseña a fluir con la energía, la respiración y el movimiento. Estos son los elementos básicos del Prana Flow, un estilo energizante y creativo que incorpora elementos de tantra, bhakti, conocimientos de ayurveda y somatics.
Prana Flow tiene como objetivo vivir y gozar la experiencia del prana — la energía vital —, mientras dirige tu práctica y tu vida. Las secuencias son hermosas, sútiles, con gracia, muy shakti; te conectan con tu diosa interior, con movimientos incorporados de artes marciales y la danza.
Este método tiene como objetivo una transformación cultivando el interior y el exterior, para alcanzar una salud radiante. Se puede decir que una sesión de Prana Flow es una poesía de posturas, que incluye el movimiento, la música, los elementos de fuego, aire, viento, éter y tierra.
Si te gusta la danza y la expresión, ser creativa y expontánea, Prana Flow es la práctica ideal para ti.
Estos son tan sólo algunos de los estilos de Yoga que existen en el “mercado”, por decirlo de alguna manera. Queda en nosotros acercarnos con sinceridad y respeto, para elegir el camino de práctica que más nos beneficie en este momento, desde nuestra verdad — con ello me refiero a alguna lesión, condición física, conocimiento, consciencia.
Al final todos parten de la misma disciplina, que nos guía en nuestro camino hacia la felicidad.